Nicolás Maduro, presa de la furia de su gente en Venezuela, también tiene enemigos en el exterior. Hoy, un tribunal en el exilio, con sede en Bogotá, la capital de Colombia, acaba de sentenciar al presidente Maduro a 18 años de prisión por corrupción en el caso Odebrecht. Este caso está vinculado a pagos de sobornos en varios mercados públicos en Venezuela. Pero como señaló Luisa Ortega durante el juicio del jefe de Estado, estos contratos de obras públicas "fueron pagados pero nunca vieron la luz del día".
Una demanda sin precedentes, con consecuencias mínimas
Rafael Rommel-Gil, el juez de la Corte Suprema de Justicia (TSJ), también ha afirmado que Nicolás Maduro pagará una primera multa de 25 millones de euros por corrupción, y una segunda por $ 35 mil millones para blanqueamiento.
Pero la evidencia múltiple presentada por este tribunal en el exilio, las consecuencias de la deliberación tendrán poco peso contra el hombre de 55 años. De hecho, a pesar de que el TSJ ordenó cumplir su sentencia en la prisión de Ramo Verde, en el norte del país, las altas esferas del poder venezolano ignoran la validez de todas estas acusaciones.
Diosdado Cabello, el presidente de la Asamblea Constituyente en Caracas, se burló de la sentencia del tribunal en el exilio.
Según él, estos oponentes, que viven en Colombia, no tienen poder de decisión sobre el presidente Maduro, como explicaría en un discurso televisado. El abogado del presidente, Andrés Lindo, afirma que su cliente es totalmente inocente. Según él, el jefe de Estado nunca ha firmado un contrato con la empresa Odebrecht. Según él, Nicolás Maduro solo podría ser juzgado a nivel administrativo, pero no a nivel penal.
Juicio sin seguimiento a Nicolás Maduro en el caso Odebrecht
El juicio, que comenzó el 9 de abril, no debería tener un impacto serio en el presidente de Venezuela. Esta Corte Suprema de Justicia, que es un grupo de 13 magistrados que tienen 20 jueces sustitutos adicionales, llegó incluso a pedirle al Parlamento venezolano que aplicara un fallo contra el estadista, pero fue en vano.
Este país sudamericano ha estado plagado de violencia y tensión durante varios meses. El poder de Nicolás Maduro es cada vez más criticado, mientras que la población continúa emigrando por mejores condiciones de vida. Según la ONU, 2,3 millones de venezolanos aproximadamente han salido de este país a otros paises vecinos por la creciente crisis.