El Vaticano expresó el pasado jueves 2 de agosto a través de un comunicado la decisión del Papa de reformar las bases del catolicismo donde se mencionaba la pena de muerte. Antes de ser modificada, la misma admitía la acción en caso de que no existiese otro castigo para el acusado. Ahora el Pontífice decide excluirlo por considerar inadmisible este tipo de actos, además de atentar contra la dignidad y la inviolabilidad de las personas.

La iglesia se muestra comprometida con sus feligreses, recordando que las enseñanzas de la misma están basadas en la luz del evangelio.

Comunicado los cambios

El mundo va cambiando conjuntamente con la tecnología a pasos agigantados, así mismo la Iglesia ha demostrado que puede avanzar al igual que estos campos. Tomando como punto de partida las bases del catolicismo, documento que el Papa Francisco ha modificado. Para excluir del texto la condena capital, que hasta el momento estaba incluida en el artículo 2.267 de dicho documento.

Luis Ladaria Ferrer, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe dirigió una carta a todos los obispos del mundo. Donde explicaba la autorización del Pontífice para cambiar el artículo antes mencionado, basándose en que la dignidad de la persona no se perdía por haber cometido graves crímenes.

Este alegaba que la conciencia estaba hoy en día más viva que nunca, por lo que no era necesario continuar con esta práctica.

Las últimas palabras daban por sentado la posición que tomaba el Papa Francisco y toda la Iglesia ante la pena de muerte.

El Vaticano se pronuncia

Para demostrar que la decisión del Pontífice no había sido tomada arbitrariamente, sino que por el contrario había sido pensada y discutida El Vaticano se pronunció al respecto.

El mismo explicó la necesidad de crear sistemas de detención más efectivos, que permitan al imputado la posibilidad de redimirse. Para la iglesia estaba claro que se debía respetar la vida humana, sin importar que estos estuviesen implicados en delitos graves.

De acuerdo con los datos aportados por Amnistía Internacional, el pasado año 2017 fue el escenario de muchas ejecuciones de reos.

Los mismos fueron ejecutados en casi 23 países del mundo, sin contar que 2.500 personas fueron condenadas con la pena capital en 53 países. Estas estadísticas permitieron ver la gravedad del asunto, por lo que El Papa Francisco procedió a eliminar del catolicismo esta sanción.

Hace años se tomaba la pena de muerte para aquellos que cometían el delito de asesinato, pero en la época actual se prefiere valorar la vida. Simplemente la iglesia da un cambio radical y cambia sus leyes, convirtiéndolas en más humanitarias.