El secretario de Estado estadounidense anunció este sábado una inversión de unos 300 millones de dólares, 259 millones de euros, para cooperación y seguridad en la región de Asia-Pacífico.
Una inversión con fines sociales
Tal inversión tiene como objetivo fortalecer la cooperación en seguridad, seguridad marítima, obras humanitarias y de paz y batallar contra el crimen transnacional. Esto fue lo que indicó Mike Pompeo durante la conferencia de prensa en el marco de las reuniones de los ministros de Asuntos Exteriores de la Asociación de Naciones Asia Sudoriental (ASEAN) en Singapur.
Mike Pompeo aprovechó la ocasión para pedir a su homólogo birmano, ahora Myanmar, que liberaran a los dos periodistas pertenecientes a la agencia Reuters, quienes han sido acusados de violación de secretos de Estado en el marco de una investigación sobre la limpieza étnica de la minoría rohingya.
«Hoy en las reuniones ministeriales de la ASEAN, he hablado con el ministro birmano y he levantado las preocupaciones de Estados Unidos sobre los periodistas detenidos en Birmania por hacer su trabajo. "Ellos deben ser liberados inmediatamente"» Puede leerse en su página oficial de la red social Twitter.
Wa Lone, de 31 años y Kyaw Soe Oo de 27 fueron apresados el 12 de diciembre por haber adquirido documentos secretos importantes de dos policías, por lo cual los condenados incurren en un periodo de 14 años de prisión.
La investigación realizada muestra información importante
Se realizó una investigación por dos periodistas aldeanos budistas que han participado con soldados en la masacre de diez rohingya cautivos en la aldea, especificamente el 2 de septiembre de 2017. Cabe destacar que el trabajo de los periodistas de Reuters se basó en testimonios de aldeanos budistas, miembros de las fuerzas de seguridad y las familias de los agraviados.
La investigación arrojó datos que señalan que cerca de 700.000 musulmanes rohingya que vivían en esta zona fueron refugiados en el vecino Bangladesh desde agosto de 2017, y acusaron a los militares y las milicias budistas de diversos crímenes, incluyendo violaciones, tortura y muertes.
Los rohingya son el blanco de un movimiento nacionalista budista muy implantado en Birmania, que los considera una amenaza.
El propio gobierno civil del premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, se ha relacionado con este odio anti-rohingya, muy instrumentalizado por la jerarquía de las Fuerzas Armadas durante décadas de régimen de la junta militar.