El rescate del grupo de fútbol de los 12 niños y su entrenador que se encuentran atrapados en una cueva llamada Tham Luang en Chiang Rai tailandia, se ha cobrado esta semana a su primera víctima. Este viernes a las cuatro de la madrugada, ha fallecido un buzo voluntario del rescate de los adolescentes y su profesor.
Según reportan, el buzo fallecido llamado Samarn Kunan de 38 años de edad y proveniente de Tailandia, había pertenecido hace unos años atrás a la marina, y quiso ser voluntario del rescate.
Kunan en la madrugada de este viernes se había ofrecido de voluntario para llevarle suministros de oxígeno a las personas atrapadas.
A pocos kilómetros de la entrada se le acabó el aire y al tratar de regresar quedó sin oxígeno y perdió el conocimiento en el instante.
El tiempo se agota
Debido a las inundaciones que han ocasionados las lluvias, los rescatistas solo pueden llegar a donde están atrapadas las personas mediante el buceo. Y los adolescentes deberán salir de esta manera también, ya que es la única forma a pesar de ser muy peligrosa. Los niños se les están enseñando a bucear para que pronto puedan salir de la cueva antes que se queden sin oxígeno y se inunde mucho más.
Según expertos a estas personas solo les queda aproximadamente un 16% de oxígeno. Expertos están construyendo un conducto o tubería donde les puedan enviar reservas de oxígeno de forma segura.
Sin embargo es un procedimiento muy complicado de realizar debido a la posición en la que están los niños.
Existen posibles tormentas en la zona
Se necesita un verdadero milagro para poder sacar sanos y salvos a estos jóvenes. Todos los tailandeses rezan al cielo que no venga una tormenta, ya que esto sería fatal.
Los rescatistas y expertos trabajan muy fuerte y sin descanso para lograr sacar toda el agua posible de esta caverna para que logren sacar a los jóvenes y a su entrenador sin que tengan que bucear mucho debido a que se pueden quedar sin oxígeno en el camino y morir.
Es una travesía muy peligrosa y arriesgada para estos jóvenes de tan solo 11 y 16 años de edad. Un buzo profesional perdió la vida tratando de pasar por esta cueva, queda solo rezar y tener fe de que estos niños salgan sanos y salvos de esta.
Los familiares esperan con muchos nervios y angustia el momento en que puedan tener a sus hijos con ellos nuevamente, después de creerlos muertos y saber que están vivos es una gran esperanza y un pequeño aliento para sus padres y demás familiares.