Un portavoz del gobierno de Sebastian Piñera informó que al menos dos mil extranjeros podrían ser expulsados de Chile antes de fin de año. Entre los criterios para tomar la medida de repatriación están el no haber regularizado la situación migratoria en ese país, tener antecedentes penales o estar cumpliendo penas carcelarias
El objetivo del plan
El proceso de expulsión se inició el viernes pasado en el marco del plan migratorio que impulsa el gobierno chileno dirigido por Piñera.
La implementación de esta medida surge como una alternativa para frenar la masiva llegada de migrantes a ese país suramericano, la cual ha crecido de manera vertiginosa, al punto de pasar de 400 mil personas a mucho más de 1 millón en los últimos cuatro años. La ministra, Cecilia Pérez, vocera del gobierno de Piñera, señaló que se tiene un estimado de al menos de 2 mil casos de migrantes que serán expulsados de Chile antes de finalizar el 2018 por la comisión de diversos delitos
Las tres fases del proceso
El proceso se llevará a cabo en tres etapas. En la primera, serán expulsados aquellos extranjeros que hayan cumplido una condena en prisión y que luego de esta no fueron expulsados.
En una segunda etapa, serán expulsados los migrantes que se encuentren purgando condena en cárceles chilena, para lo cual se esperará a que cumplan la pena para ejecutar la medida. Finalmente, durante la tercera etapa, serán expulsados todos aquellos migrantes que no hayan regularizado su estatus migratorio en el país, el cual se inició en abril del presente año.
La regularización de los inmigrantes
Según las cifras aportadas por la Subsecretaría del Interior, el Gobierno Chileno inició en el mes de abril un proceso de regularización para los inmigrantes, el cual ha permitido recibir de manera legal al menos a 140 mil extranjeros. Las autoridades gubernamentales tienen previsto que para el 22 de julio del presente año, fecha en que se dará cierre al proceso, al menos 200 mil extranjeros registrados en el programa.
La portavoz del gobierno de Piñera, Cecilia Pérez, asevera que las puertas de Chile están abiertas para todos los extranjeros que lleguen a ese páis con la intención de aportar y a quienes vayan en búsqueda de mejores condiciones de vida, no así para aquellas personas que vienen a delinquir o que delinquieron en sus países de origen. Y se supone que quienes están en Chile y se no apegaron a las normas del programa de regularización migratoria es porque poseen antecedente penales en sus países.
Las medidas migratorias aplicadas por el Gobierno dirigido por Piñera, incluyen la visa de responsabilidad democrática para los migrantes venezolanos y el visado para los haitianos, ya que estas son las nacionalidades que más han abultado la oleada migratoria hacia el país austral.