En la mañana del sábado, se vivió una de las reuniones menos esperadas en la política y que captó la atención del mundo. El presidente de Corea del Sur Moon Jae-in sostuvo un encuentro no planificado con el líder de Corea del Norte Kim Jong-un.

Ambos mandatarios pactaron el encuentro, en la frontera entre ambos países, en una zona desmilitarizada; lo que representó un avance en la pacificación de la región y de manera sorpresiva. La notificación de esta reunión estuvo bajo la responsabilidad de la presidencia surcoreana, la cual mediante un comunicado oficial, le notificó al mundo esta reunión y los objetivos tratados por las partes involucradas.

Objetivos principales de la reunión

Los mandatarios, se centraron en el acercamiento que deben tener por ser países hermanos y en como beneficiaría para la región, un acuerdo de paz que incluya a China. También, Estados Unidos fue un tema a tratar en esta reunión; es conocido por todos, que el Presidente estadounidense Donald Trump, se pronunció esta semana, con referencia a la cumbre que se tenía pautada entre Estados Unidos y Corea del Norte, la cual postergó, sin establecer una nueva fecha en la agenda.

A pesar de que no fijase una fecha, Trump no descartó la opción de realizar esta cumbre; motivo por el cual, la reunión entre el líder de Corea del Norte y el Presidente estadounidense no está descartada.

Este acercamiento entre Corea del Norte, Corea del Sur, China y Estados Unidos tiene como finalidad, culminar el conflicto bélico protagonizado por ellos. Enfrentamiento que dio inicio en 1950 con la invasión de la Corea del Norte a la Sur.

Reunión anterior entre las Coreas

En el mes de abril, se llevó a cabo otra cumbre que tuvo un día de duración y en esa ocasión, Moon y Kim conversaron a solas por un período de tiempo mayor a una hora.

Además, en un jardín privado plantaron un árbol y trataron temas de interés social para ambos.

Se comprometieron a acabar con los proyectos nucleares en la región; adicional a esto, fijaron como meta a corto plazo, darle fin al conflicto bélico y político que los afecta y que ha durado más de 65 años.

En esa oportunidad, ambos mandatarios dijeron en sus discursos post cumbre, que ambas Coreas se unificarán en una sola potencia y que no existirá más el conflicto armado en la península coreana.

Ese fue el primer encuentro oficial entre ambos líderes, en más de 10 años, lo que se traduce como una clara intención de alcanzar la paz en la región y del compromiso pacífico que tienen los líderes.