Al atreverse a cruzar la línea militar que ha fraccionado la península desde el final de la Guerra de Corea en el año 1953. Moon jae-in, presidente surcoreano unió fuerzas con Kim en la frontera a una hora pactada, antes de empezar las conversaciones. Los dos hombres llegaron a la sede de la cumbre en la zona desmilitarizada (DMZ). La gran reunión se basará en las recientes sospechas de que Corea del Norte estará dispuesta a renunciar a sus armas nucleares.

Un grandioso momento lleno de simbolismos

El señor Kim Jong-Un y el Sr. Moon se estrecharon las manos a ambos lados de la frontera en dicha zona desmilitarizada.

El presidente de Corea del Sur también pasó por unos instantes a la frontera de Corea del Norte, un momento muy inesperado. Los presidentes fueron recibidos por la guardia de honor vestidos con el traje tradicional del lado surcoreano. Estoy encantado de conocerlo, le dijo el Sr. Moon a Kim, según la agencia de noticias AFP. El objetivo de la reunión en la Cumbre, era hablar y entran en acuerdo con motivo a las armas nucleares de Corea del Norte.

Seúl ha advertido que llegar a un pacto para despojar a Pyongyang de sus armas nucleares será difícil. La tecnología nuclear y de misiles que posee Corea del Norte ha avanzado bruscamente desde que los dos líderes de los dos bandos unieron fuerzas hace más de una década atrás.

La parte difícil es saber a qué nivel las dos partes llegarán a un acuerdo con respecto a despojarse de sus armas nucleares, dijo el representante presidencial surcoreano Im Jong-Seok. La reunión, la tercera de las siguientes cumbres en los años 2000 y 2007, es el resultado de meses de mejoras de las relaciones entre los dos bandos de Corea.

Pero el actual compromiso de Kim y sus aparentes privilegios han dividido a los analistas, con unos cuantos dudando de su honestidad.

Las charlas también se consideran el comienzo de una reunión

Esta reunión la propuso el Sr.Kim y el líder estadounidense Donald Trump a principios de junio, una medida sin precedentes ya que ningún presidente estadounidense se ha juntado nunca con el líder norcoreano.

Después de las reuniones los dos dirigentes firmarán un pacto y realizarán un informe, cuyo formato estribará enteramente del tácito de dicho texto como explicó en la víspera la oficina presidencial surcoreana. El sitial del encuentro yace en Peace House, un inmueble edificado en 1989 espacio de diversas reuniones intercoreanas.