Junto con el atentado yihadista en un supermercado, Francia se despertó hace días con un caso de asesinato, en el cual había un componente racista: una anciana judía francesa de 85 años, Mireille Knoll, superviviente de la redada del Velódromo de Invierno de París (hoy desaparecido), fue asesinada en su casa del Distrito 11 de París, hace una semana. Era viuda de un superviviente de Auschwitz, con quien se casó después de volver a Francia desde Brasil, a donde pudo escapar hasta que acabó la guerra.

Fue encontrada con parte del cuerpo quemado y con 11 cuchilladas, a media tarde del día 23.

Mireille padecía Parkinson, movilidad reducida (usaba silla de ruedas), necesitaba un asistente y vivía sola. Se detuvo poco después a dos sospechosos, uno de ellos vecino de la difunta, de origen magrebí, acusado de varias agresiones sexuales y con robo. El otro sospechoso fue detenido dos días después, acusado de cómplice.

Sigue habiendo ataques antijudíos, aunque menos

Ambos se contradicen en decir cómo cometieron el crimen. Por ejemplo, uno de ellos dice que el otro gritó “Allahou akbar!” al matarla, y el primero lo niega. Un año antes, hubo un crimen parecido en el mismo barrio, donde una mujer judía fue defenestrada y se escuchó la misma frase al asesino, vecino de ella, como en el caso Knoll.

Se cree que 11 personas de origen judío habrían sido asesinadas en el país, desde el año 2006, simplemente por serlo. Aunque desde 2014, los ataques antijudíos han disminuido, pese a que los que van contra los musulmanes siguen en auge.

El Ministro del Interior, Gérard Collomb, ha visto que tras estos crímenes, hay el tópico de que “los Judíos tienen siempre dinero en casa”, lo que daría pistas sobre el asesinato de Knoll, pese a que vivía de manera muy modesta, casi en la pobreza.

Desde que se supo el crimen, la comunidad judía francesa lo ha visto como una muestra mayúscula del antisemitismo que sigue corroyendo Francia, pese a que parecía que, con la decadencia del Frente Nacional de Le Pen al perder las elecciones y ganarlas Emmanuel Macron, el racismo ya no era bien visto. Respiraron aliviados cuando Marine Le Pen perdió, ya que creían que el FN, cuya parte importante de sus miembros niegan el Holocausto, iría contra ellos y los obligaría a abandonar Francia.

El propio Presidente Macron ha calificado todo esto de horrible y que hay que luchar contra ello: “Expreso mi emoción ante el crimen terrorífico cometido contra la señora Knoll. Reafirmo mi determinación absoluta en luchar contra el antisemitismo”, dice en Twitter.

Los hijos y nietos de Knoll, la describen como una mujer orgullosa de su origen judío, pero no practicante de su religión, y que tenía amigos de todas las religiones.

Los judíos franceses, muy preocupados

El Presidente del CRIF, importante asociación que agrupa a buena parte de los judíos franceses, también ve antisemitismo en el caso Kroll (“Este asesinato no ha sido contra los judíos, sino contra Francia”, dijo), y hace dos días, hubo una gran manifestación en París, muy numerosa, con gente que pide que no se vea este crimen como uno más de los que cada año hay en una gran ciudad como París. Eso sí, vieron con recelo que acudieran políticos como Marine Le Pen y Jean-Luc Mélenchon, no muy bien vistos por ellos, debido a sus opiniones poco halagadoras para con los judíos.