Si tienen muchas cosas pendientes por hacer en la lista de "cosas que hacer antes de morir" es posible que tengan que empezar a cancelar planes y empezar a satisfacer alguna de ellas. Y es que, según un grupo de agoreros el fin del mundo podría estar a punto de llegar. Tan cerca que, siempre según ellos, estamos ante el que es el último verano de nuestras vidas.

Así lo afirman un grupo de seguidores de las doctrinas de la numerología bíblica y de la astronomía, prediciendo que será el próximo día 23 de septiembre cuando el Apocalipsis llegue y acabe con la vida existente sobre la tierra y también, de un plumazo, con todo nuestro planeta.

Algo que, según estos, se produciría en esa fecha y no antes ni después, de la mano del impacto del denominado planeta Nibiru. Este planeta chocaría contra la tierra, aunque la NASA ha querido tranquilizar a la población asegurando que no tienen constancia de que, ahora mismo, se esté acercando ningún tipo de planeta o cuerpo celeste en nuestra dirección que confirme la predicción de marras.

Sea como fuere, lo que dicen estos agoreros es que el fin del mundo comenzaría mucho antes del impacto. Concretamente lo haría el día 21 de agosto en el que se producirá un eclipse total de luna que cubrirá al sol y que se podrá apreciar en todo su esplendor y mejor que en ningún otro sitio en Estados Unidos y Canadá.

Las razones por las que el mundo acabaría el 23 de septiembre

Tal y como han publicado algunos de los medios de comunicación especializados en este tema, la elección de esa fecha por parte de los agoreros que aseguran nos queda menos de un mes de vida no es casual.

Estos astrólogos vinculan este Apocalipsis a las interpretaciones bíblicas según la interpretación de la conocida como “Convergencia 33” que habla del acercamiento de la luna a Virgo el próximo día 23 de septiembre.

Teniendo en cuenta la cantidad de veces que aparece el número 33 en las sagradas escrituras, el hecho de que el eclipse empiece a verse en Oregón (el Estado 33 de Estados Unidos) que el último eclipse similar ocurriera hace 99 años (33x3), que ese sea el número de veces que se nombra a Elohim en el Génesis o que esa fuera la edad en la que Cristo perdiera la vida en la cruz serían, para ellos, la revelación final.

Esperemos que, tal y como ocurriera ya en 2003, 2013 y 2015 todo quede en una profecía más de esas que, por suerte, quedan finalmente en nada. De momento, los medios siguen sin parar de hacerse eco, aunque con mucha ironía, de ese posible futuro fin del mundo.