Dos años después de las últimas Elecciones, Reino Unido ha celebrado este jueves unos comicios donde la política antiterrorista era un factor clave. El último atentado perpetrado en Londres, el pasado sábado, sumado al ataque de Manchester, dos semanas antes, dejaba atrás la salida de la Unión Europea para centrarse en la problemática yihadista.
Theresa May, quien reemplazo a David Cameron tras su renuncia, ha visto cuestionado su mandato, al conocerse los últimos días que, al menos dos de los tres atacantes de Londres, estaban fichados por la policía.
Jeremy Corbyn, su oponente más fuerte y líder del partido laborista no tenía muchas posibilidades el 18 de abril pasado, cuando la Primera Ministra convocó a elecciones. En ese momento, May le llevaba según las encuestas, 18 puntos de ventaja. Sin embargo, los sucesos de los últimos tiempos, sumado al sector de la población que no se imagina fuera de la Unión Europea, han posicionado al líder laborista.
La tarea más difícil del nuevo Primer Ministro es negociar la salida de la Unión Europea con certeza. Esos han sido los votantes seguros de Theresa May, la forma en que Reino Unido realice esta separación, para algunos, solo puede llevarla adelante, quien la propició.