Mauricio Macri, fue “escrachado”, como se dice en Argentina, por la militancia de Podemos durante su visita al Parlamento español. El motivo se relaciona, principalmente, con la existencia de la primera presa política de la democracia argentina. Se trata de la dirigente social Milagro Sala, que ya lleva 400 días presa en la provincia de Jujuy, feudo del dictatorial gobernador de Cambiemos, Gerardo Morales.
El presidente Macri a quien Podemos ha denominado acertadamente "presidente off shore", en concordancia con las múltiples empresas de esa calaña que, tanto él como su familia mantienen en actividad, ha desoído sistemáticamente los consejos y pedidos que, organizaciones internacionales han cursado a su Gobierno, respecto a la liberación de Sala.
Gastón Chillier director Ejecutivo del CELS, lamenta que un país como Argentina que ha estado a la vanguardia de la integración jurídica, se separe del proceso de protección liderado por la Comisión y la Corte Interamericana.
Como es su costumbre, el presidente Macri, miente impúdicamente sobre intenciones y ajuste a las normas legales. Es algo que los argentinos tienen asumido ya que, el mandatario no ha cumplido a sus votantes, ninguna de las promesas de su campaña electoral. Su gobierno de caracteriza por un desvío de recursos a grupos de poder económico, en desmedro de los ciudadanos que, ven caer uno a uno los derechos adquiridos durante el anterior gobierno. La clase baja está sumergida en la pobreza, y las últimas medidas de Cambiemos apuntan a acabar con la clase media.
El mercado interno es cada vez más magro. La industria y particularmente las Pymes, que generan la mayor parte (80%) del empleo en Argentina, ven caer estrepitosamente las posibilidades de seguir produciendo. Se multiplica el cierre de empresas. La apertura indiscriminada de las importaciones está haciendo polvo la industria nacional.
El clima social sube lentamente de temperatura, las manifestaciones y las ollas populares son hechos de todos los días.
El acuerdo por la deuda del Correo Argentino, propiedad de la familia del presidente, es vergonzoso y corrupto. Macri condona a su papá una deuda de 70.000.000 de pesos. Al mismo tiempo hace una quita al aumento que las jubilaciones mínimas deben recibir por ley, condenando a jubilados y pensionados a un nuevo ajuste.
En tanto el precio del pan sufre en un año, un aumento del 83% y el PAMI decide recortarles el suministro de medicamentos gratuitos.
Ante la reacción que producen estas acciones de su gobierno, el presidente se justifica diciendo que ha sido un error de su inexperiencia y que dará marcha atrás. Como dijo el periodista Lanata, esto podría parecer encantador en un primer momento, la reiteración lo hace ofensivo y repudiable.
Cuando el presidente de los argentinos dice que, la economía está reactivándose, miente. La deuda contraída por la administración de Mauricio Macri, incluida la de las provincias, supera en este momento, las reservas del Banco Central de la República Argentina. El país está a las puertas de una crisis que, indudablemente tiene los mismos motivos que la del 2001.