El discurso de Donald Trump fue de los más breves que el pueblo norteamericano ha escuchado en la historia de las asunciones presidenciales. Los 16 minutos de duración, no sólo han impactado por la brevedad, sino por el contenido, que ha hecho que algunos analistas lo compararan con Hugo Chávez o más lejanamente con Juan Domingo Perón. Fue directo, con definiciones muy claras sobre política interna y externa, coronando su asunción como el cuadragésimo quinto presidente de los EE.UU. de Norteamérica, en el adusto Capitolio de Washington.
El nuevo presidente americano ha impresionado a muchos por el liderazgo que ha mostrado poseer durante este revelador discurso de asunción en el que floreció un muy marcado nacionalismo proteccionista, que algunos dudaban que se hiciera efectivo en post campaña electoral.
Su llamado a trabajar en conjunto y retomar la grandeza de los EE.UU., ha calentado las heladas calles de Washington.
Contrastando con el fervor despertado entre los suyos, marchas opositoras protestaron bajo una fina llovizna en el Distrito Federal, que estuvo custodiado por más de 28.000 agentes de seguridad, munidos de sus típicos bastones. Se produjeron algunos encontronazos entre los simpatizantes de Trump, que deseaban llegar a los actos de la asunción, con los opositores que les bloqueaban el paso. En todos los casos el orden fue restablecido por las autoridades policiales que detuvieron a 100 personas. Anoche en Nueva York, se desarrolló una de las más concurridas marchas anti-Trump, en la que se destacó la presencia de Robert de Niro y otros personajes de Hollywood, como Alec Baldwin, Mark Ruffalo, Julianne Moore y Michael Moore.
Donald Trump prometió la realización de múltiples obras públicas hechas con trabajo americano. Devolverá a los trabajadores la dignidad del trabajo, lejos del asistencialismo del Estado. Según sus palabras, "hoy se transfiere el poder de Washington al pueblo". La versión online de “El Mundo”, en su publicación de la fecha, transcribe textualmente la frase de Trump que ha expresado con mayor énfasis lo dicho anteriormente: "el 20 de enero será recordado como el día en que el pueblo volvió a controlar la nación".
Su agresiva intervención sobre las inversiones de las empresas americanas en el exterior indica a todas luces que Trump va por todo. Los trabajadores blancos que se han visto traicionados por la globalización que ha facilitado la transferencia de trabajo a México y China, lo han votado esperando esa reacción. "América primero", ha sido la consigna de su campaña y la base de sus primeras palabras como presidente.
Sin duda constituyen la marca del nuevo giro que la política de Estados Unidos efectuará en la era Trump. Preocupa una de sus frases, es aquella que dice no impondremos a nadie nuestro modo de vida, pero al mismo tiempo expresa que erradicará el terrorismo islámico de la faz de la tierra.
La atención del mundo se ha sintonizado hoy, sobre el hombre en las escalinatas del Capitolio, la expectativa sobre las próximas decisiones que tomará así lo amerita.