Después del Brexit en Reino Unido y del Election Day en Estados Unidos ha llegado el momento del Referéndum constitucional en Italia.

Mientras España ha conseguido encontrar un acuerdo para formar el Gobierno, la hermana Italia se encuentra en un cruce delicado, de los que hay que mirar a derecha e izquierda dos veces porque no hay ninguna señal. Cierto es que una de las dos direcciones llevan a una calle cerrada, aunque nadie sabe cual de las dos sea.

La reforma constitucional, aprobada el 12 de abril 2016, se propone cambiar por primera vez en la historia de la República Italiana y terminar con el bicameralismo perfecto con Senado y Asamblea de Diputados.

Los ciudadanos tendrán que aprobar los cambios de la constitución con el Referéndum que será el 4 de diciembre, ya que la reforma no tuvo una aprobación en el Parlamento de la mayoría absoluta.

Antes de explicar los cambios propuestos, recordamos que la constitución italiana fue aprobada en 1947 y estableció el dicho "bicameralismo perfecto" con Senado y Asamblea de Diputados con el poder legislativo. Desde entonces la Constitución subió dos pequeños cambios. En 2001 se aprobó y aceptó la Unión Europea y se revisó la distribución del poder entre regiones, provincias y ayuntamientos. Otro cambio fue el del 2012, entonces se introdujo el concepto de "presupuesto equilibrado". Otro intento se registró en 2006 pero la ciudadanía votó 'NO'.

Diez años después de aquel referéndum, el 4 de diciembre los italianos están llamados al voto para aprobar (sí) o negar (no) la reforma.

No obstante sea un referéndum constitucional, tanto el gobierno como la oposición está usando este voto como una confirma de su propria actividad política. De hecho, el primer ministro italiano, Renzi, ha amenazado dimitirse si el resultado será a favor del "no", ya que la reforma llamada "Boschi" por la diputada que la escribió, es una de las fortalezas del gobierno de Renzi.

Por otro lado, la oposición liderada por 'Movimiento 5 estrellas' y los populistas de derecha, hacen campaña contra el referéndum y el mismo gobierno, fuertes del hecho que la reforma no es teóricamente perfecta, porque es el resultado de una coalición de diferentes partidos con diferentes ideologías políticas.

Los sondeos hasta la fecha ven al "no" en ventaja, es decir los contrarios al cambio constitucional. Cierto es que en los últimos acontecimientos los sondeos no tienen mucha relevancia ya que, tanto en Reino Unido como en Estados Unidos, daban como ganadores los que luego resultaron perdedores.