Colombia es un país que cuenta con todos los atributos necesarios para ser considerado del primer mundo. Está dotado de infinitas riquezas que cualquier potencia desearía. Tiene desde una gran ubicación geográfica, hasta una biodiversa bendición en elementos territoriales, como los minerales, fauna y flora. Sin embargo, su historia Política y social deja mucho que desear, aparte de, en muchos casos, dejar en evidencia los alcances a los que puede llegar la maldad del hombre, y es precisamente eso lo que nos atañe en este artículo, ya que se produjo un hallazgo aterrador.
Hay que decir que sobre este suceso comenzó a hablarse desde mediados de 2010, cuando una delegación compuesta por miembros de nacionalidad estadounidense, además de diversos europeos, todos ellos liderados por 6 eurodiputados, certificaron que en la localidad de la Macarena había una fosa común con más de 2000 restos humanos sin identificar. No obstante, este hecho ya era conocido por el Gobierno de Uribe, quien se atrevió a minimizar la cantidad a sólo 450 cuerpos. Reiterado esto posteriormente por el gobierno Santos, aumentando un poco más la cifra a 464 cadáveres.
¿Quién tiene la razón, el gobierno Uribe y el de Santos o la delegación que realizó el hallazgo?
Si bien es cierto que hoy en día Santos y Uribe no se pueden ni ver, esto no siempre fue así, ya que en el mandato presidencial de Uribe, Santos era el ministro de defensa y encargado de la guerra con los diversos grupos terroristas, subversivos y criminales.
El hoy premio “Nobel de la paz” era el brazo armado en el gabinete de la rama ejecutiva del poder público en Colombia. Por lo tanto, los delitos de guerra que vayan a Uribe también son responsabilidad de Santos. Es por ello que no se hace extraño que en ese caso se tapen las cobijas entre sí. No conviene, por ninguna de las partes, reconocer crímenes ordenados al ejército para posteriormente abonárselos a algún grupo armado ilegal, en la mayoría de los casos a las Farc.
Colombia que es un país olvidadizo e indolente, cuyo pueblo doblega su voluntad a la del político de turno más mentiroso, quizá no recuerde el tema de los falsos positivos, algo que se hizo muy común en el gobierno Uribe y el ministerio de defensa Santos. Se trae esto a colación puestoque a la audiencia asistieron más de 800 habitantes rurales, de la zona afectada y aledaños, que eran dolientes de cientos de desaparecidos no criminales y que, por lo que se supo, no estaban secuestrados ni reclutados por las Farc, grupo que tenía principal influencia en la zona, producto del regalo del ex presidente Andrés Pastrana.
El hallazgo es real. En la Macarena, hasta el año 2010, había una fosa común con más de 2000 muertos, algo que el poder político de Colombia enterró en otra fosa más grande, dentro de la memoria olvidadiza e indolente de la mayoría de los colombianos.