El gobierno afgano ha ejecutado a seis prisioneros talibanes, consolidando un cambio de política que amenaza aún más la probabilidad de conversaciones de paz. Tras las ejecuciones de este domingo el presidente Ashraf Ghani, ha asegurado que adoptará una línea más dura contra los talibanes después de que una bomba masiva en un camión matara al menos a 64 personas el pasado 19 de abril en Kabul.

En un comunicado, las fuentes gubernamentales detallaron que los seis talibanes fueron ejecutados por cometer delitos graves contra civiles y las fuerzas de seguridad, y tras las demandas de las familias de las víctimas.

Todo viene como consecuencia de la bomba del camión en abril, que provocó protestas pidiendo que el gobierno reprimiera a los militantes en lugar de intentar la diplomacia. En aquel momento, Ghani declaró que el "tiempo de la amnistía injustificada" había terminado. Se comprometió a ejecutar a todas las personas implicadas en el terrorismo.

Mientras tanto, defensores de derechos humanos como Amnistía Internacional se han posicionado en contra de la ejecución de prisioneros. "Los planes del gobierno de Afganistán para ejecutar a los condenados por delitos de terrorismo no traerá a las víctimas la justicia que necesitan ni tampoco mejorará la seguridad del país”, ha declarado Jameen Kaur, subdirector de Amnistía Internacional para zona sur de Asia.

Algunas fuentes han especulado que las ejecuciones incluyen al hermano del líder de la red Haqqani, que ha tenido un papel central en la insurgencia afgana. No obstante, las personas ejecutadas son los condenados por participar en 2011 en el asesinato del expresidente Burhanuddin Rabbani y en el del subjefe de inteligencia Mohammad Langhmani en 2009.

Negociaciones de paz estancadas

Desde que llegó al poder en 2014, Ghani ha tratado de revivir el estancado proceso de paz. Pero en su discurso después del ataque de Kabul, llamó a partes de los talibanes "el enemigo", un cambio brusco en la retórica, y dijo que no todas las facciones talibanes eran bienvenidos en las negociaciones.

El portavoz adjunto de Ghani, Dawa Khan Menapal, ha negado que el proceso de paz haya sido un factor desencadenante en la decisión de las ejecuciones del domingo. "Si quieren hablar con nosotros, estamos listos. Si quieren continuar la guerra, estamos listos para pelear ", declaró.