La tensión diplomática ha llegado al Vaticano con el nombramiento del nuevo embajador francés en la Santa Sede, Laurent Stefanini, jefe de protocolo de la República desde 2010 y hombre de estado con una larga trayectoria profesional. Además, el político es gay.

Con una votación mayoritaria, el Consejo de Ministros dictaminó el pasado 5 de enero que Laurent Stefanini sería el próximo representante de Francia ante la Santa Sede, como reconocimiento a su larga y prolífica carrera profesional.

Un movimiento que se ha considerado como una provocación dogmática en los pasillos del Vaticano, según ha informado el reportero Giuseppe Di Bella para Blasting News Francia.

El Estado de la Ciudad del Vaticano es el país más pequeño del mundo y el único de Europa que aún se rige por una monarquía absoluta. Del mismo modo, es uno de los lugares europeos en el que abiertamente la homosexualidad no se considera una opción. Por ello, el puesto de la embajada de Francia está libre desde el pasado 1 de marzo, a pesar de que el representante debería asumir el cargo inmediatamente en la Villa Bonaparte.





Laurent Stefanini es abiertamente gay y esta es presuntamente la razón que ha causado reticencias en el Vaticano para aceptar su nombramiento. Sin embargo, otros sectores de la Iglesia han apoyado la decisión del Elíseo, tanto dentro como fuera de la Iglesia Católica. El arzobispo de París, André Vingt-Trois, quien también ha sido presidente de la Conferencia Episcopal de Francia, ha enviado una carta al Papa Francisco defendiendo la validez democrática del nombramiento.



Por otro lado, algunos de los miembros de la Curia Romana consideran que el nombramiento de Laurent Stefanini es una provocación abierta y sin fundamento y han expresado abiertamente su rechazo. La Iglesia Católica no se siente cómoda en el tema de la homosexualidad, a pesar de las tentativas de apertura que ha movilizado el Papa Francisco, desde su elección en marzo de 2013.





La renuencia de la asociación Manif pour tous



Algunos católicos menos aperturistas que el nuevo Papa, se han opuesto en firme ante esta decisión. Es el caso de Ludovine La Rochère, presidente del movimiento Manif pour tous, opuesto a la igualdad de derechos para las parejas homosexuales, intervino personalmente con el Nuncio Apostólico en París para expresar su rechazo.



Cabe recordar que esta asociación, según su lema, "condena toda violencia, cualquier expresión de homofobia e intolerancia en cualquiera de sus formas".



La homofobia es inaceptable


Esta decisión ha despertado un debate polémico en muchas regiones de Europa, que sin embargo parece intolerable y desfasado para el año 2015. Es inconcebible aceptar que un hombre pueda ser excluido por una posición de tal importancia debido a su orientación sexual y emocional.



Queda la posibilidad de que El Vaticano, que a pesar de que no alienta la homosexualidad, no ha defendido nunca una evidente homofobia, afirme que este percance no guarda relación con la homosexualidad de Laurent Stefanini. Villa Bonaparte, la residencia del embajador de Francia ante la Santa Sede, espera con interés.