Turquía es el país más libre del mundo y en ninguna otra parte del mundo la prensa tiene toda esta libertad, según lo que dice el presidente Recep Tayyip Erdogan, criticado por su política respecto a la información, cuando fue puesto en libertad el chico de 16 años que, en un episodio sin precedentes, fue detenido por haber "insultado" al jefe de Estado.

"En ninguna parte del mundo la prensa es libre como en Turquía y estoy absolutamente seguro de esta afirmación", ha dicho Erdogan en un discurso transmitido por televisión en el que ha rechazado la acusación que su régimen reprime la prensa.

"La prensa es tan libre en Turquía que cada persona puede lanzar insultos, hablar mal de los demás, calumniar, ser racistas y todo esto en los países democráticos no es tolerado", ha dicho Erdogan, agregando: "Lo he experimentado en mi piel, al igual que mi familia".

Unas pocas horas antes fue liberado de la prisión en Konya, un feudo del partido islamista AKP de Erdogan que está en el centro de Anatolia, el chico de 16 años, Mehmet Emin Altunses, que el 24 de diciembre fue el primer menor detenido por razones políticas. El chico, que simpatiza por los movimientos de izquierda, fue acusado de haber hablado en su escuela definiendo públicamente Erdogan "jefe de los robos, de los sobornos y de la corrupción".

El chico se ha declarado "no culpable" ante el juez y su abogado ha subrayado cómo en realidad sus declaraciones circulan desde hace mucho tiempo en las redes sociales. Pero esto no fue suficiente para que lo dejen en libertad, y la oposición ha inmediatamente hablado de "deriva fascista" del régimen de Erdogan, que tiene el poder desde el 2002, cuando fue elegido primer ministro por la primera vez.

La liberación es también el resultado de la movilización de un grupo de abogados, que se opuso a la detención del chico presentando una solicitud de libertad.

De todos modos, el chico arriesga hasta cuatro años de prisión. En los últimos dos años Erdogan ha tenido muchas críticas: primero las manifestaciones contra la "deriva autoritaria" y la "islamización" de la Turquía constitucionalmente laica, que han llevado a los enfrentamientos de Gezi park en Estambul, y a continuación, a un escándalo de corrupción de hace un año.

Erdogan acusa a su "enemigo", el Imam su ex aliado Fehtullah Gullen, de dirigir una campaña orquestada por los Estados Unidos y en los últimos meses, en respuesta, ha emitido una serie de medidas polémicas para enredar la oposición y la prensa crítica, como el caso del cierre del periódico Zaman de Gullen, con la detención de decenas de periodistas.