Yanis Varoufakis, que llegó a ser ministro de Finanzas en el país heleno, ha exigido unas disculpas por el incidente del que él mismo fue protagonista el pasado sábado en el importante aeropuerto, Charles de Gaulle, de la capital francesa. .Según ha afirmado el político griego, este tipo de incidentes son intolerables y se niega a ser tratado de esta manera en un cruce fronterizo de la Unión Europea.

Según ha relatado el político, un agente de seguridad del aeropuerto le exigió el pasaporte cuando estaba pasando el control de aduanas

Un vídeo grabado por otros pasajeros, testigos del incidente, muestra como el exministro de Grecia, que viajaba a la capital francesa procedente, en un vuelo directo, de Atenas, decidía enfrentarse a un agente de policía que le había solicitado que le enseñara el pasaporte, no el documento de identidad griego.

Varoufakis le llamó desgracia para la nación francesa, que era un miembro que daba problemas en el cuerpo de policía francés y exigió la presencia en el lugar de un superior para presentar una reclamación.

Este enfrentamiento podría provocar graves problemas al exministro de finanzas de Grecia, ya que se ha abierto un procedimiento por un delito de injurias y podría llegar a ser citado para realizar una declaración delante de un tribunal o podría tener que pagar una multa bastante alta, según ha publicado El Periódico.

El exministro presentó una queja contra el agente por comportamiento agresivo.

Varoufakis ha querido dar su propia versión sobre lo sucedido. Según el político, cuando salió del avión, fue cuando el policía le pidió el pasaporte, petición que quiso contestar de forma afirmativa.

El policía parecía satisfecho cuando se percató que el pasaporte estaba en condiciones, pero parecía reacio a devolverle su documentación y su expresión era hostil. Después se lo devolvió, pero cuando estaba a punto de salir del control de aduanas, el agente se posicionó en el centro del pasillo, con los codos colocados de manera agresiva.

El político pasó por su derecha, y cuando sus brazos se rozaron, el agente reaccionó de manera violenta. El político consideraba que la forma de reaccionar del agente no es propia de una persona que tiene ese cargo. El agente le cogió el pasaporte y le obligó a pararse contra la pared.

Por eso empezó la discusión, ya que, el político se negó y exigió hablar con un superior del agente. Entonces, el agente se volvió más agresivo todavía. Para Varoufakis, este tipo de comportamiento no puede ser aceptado en un paso fronterizo de la Unión Europea.