Protección de los Estados vs terrorismo

Vivimos en un mundo lleno de revueltas, parece que aún no hemos comprendido que las guerras no aportan nada. Las guerras llevan existiendo siempre, ya los vikingos, estos seres poco racionales, luchaban por conquistar territorios con la certeza de que si morían en batalla sería la mejor muerte que podrían obtener, acaban con miles de personas, e incluso con gente de su propio pueblo por no obedecer las normas establecidas.

Ya no somos vikingos

La vida ha cambiado, ya no somos vikingos, hemos evolucionado pero en el tema de conflictos parece que todavía no hemos aprendido.

¿Cuántas muertes son necesarias para que nos demos cuenta? ¿Cuántos niños deben morir? ¿Cuántas personas deben perder la vida por los intereses de los que gobiernan?

Vivimos en un mundo en el que existe una gran diversidad cultural y religiosa en el deberíamos ser capaces de convivir entre todos. Siempre ha existido cierta diversidad, y esa es buena, pero como en todo, es fundamental que exista un respeto; todas ellas deben respetarse, deben aprender a convivir entre ellas.

Los Estados dicen que nos proporcionan seguridad pero pensando fríamente creo que los únicos que disponen de esa Seguridad son ellos mismos. Cuando ocurre un atentado, cuando se produce una guerra, somos los ciudadanos los que sufrimos las repercusiones, pero lo más cruel es que esos conflictos son producidos por intereses políticos y sociales.

Pero como todo, el que paga el pato somos los de abajo, los ciudadanos de a pie.

Debemos acabar con esto

Si quieren conseguir algo, que sean ellos los que acepten cualquier repercusión que les otorgue el otro Estado pero que no seamos los ciudadanos, los cuales en muchas ocasiones desconocemos cuales son los intereses por los que nos encontramos en esas situaciones, los que nos veamos inmersos en esa serie de incertidumbre, inseguridad, miedo.

Que sean ellos los que pongan en peligro su vida, pero claro ellos prefieren que las consecuencias de sus actos las sufran otros.

Los atentados siempre han existido pero cada día son más y más frecuentes. Hoy se producen en centros comerciales plagados de gente, en plazas, en un bares; y es que ellos atacan a los ciudadanos por motivos que han sido provocados por los de arriba.

Miedo, temor, sensaciones con las que vivimos día a día

Siempre somos los mismos los que tenemos que pagar las consecuencias de los de arriba. Somos los que vivimos con el temor de viajar y tenemos la esperanza de volver sanos y salvos. Que durante el transcurso no ocurra nada. Pero no somos los únicos que tenemos miedo, también son nuestras familias las que rezan porque no suframos ningún ataque o nos veamos inmersos en un atentado.

Bien es cierto que este temor es lo que buscan aquellos que atentan contra nosotros, conseguir que el miedo aceche nuestro hábitat, pero no lo conseguirán, no podemos permitirlo; y aquí es donde la figura del Estado toma relevancia; estos deben garantizarnos la protección necesaria para poder disfrutar de una vida segura.