Muchas personas deciden inmigrar a un país lejano o cerca buscando su porvenir para poder progresar, buscando una mejor vida y bienestar para uno y para su propia familia. A los inmigrantes, no les es fácil al llegar a un país haciéndose como vulgarmente se dice: "la Europa" como antes el europeo iba a hacerse "la América". A todo inmigrante le cuesta cada paso que da.
Al principio, son todas ilusiones, ansiedades, felicidad porque irá a un país nuevo a trabajar y estar un poco mejor que en su país porque no le da el lugar como profesional para desarrollarse y uno cree que como profesional va a conseguir un buen puesto de trabajo.
Cuando por fin logran alquilar un piso, comienza a su vez a buscar trabajo para sostenerse y sostener a su familia. Pero observa que no es así, que no le dan el lugar, porque primero irás a hacer el trabajo que un español o de cualquier nacionalidad no desea hacer y lo primero que hará es trabajo de limpieza. Aceptan lo que venga porque no hay otra, es como que tiene que pagar el derecho de piso.
Mientras el país que dejaste, tu familia y amigos piensan que haces millones de euros, nada más alejado de la realidad. Encima no les creen, porque piensan que se les miente para no ayudarles o echarles una mano si necesitan algo del inmigrante. No saben cuántas veces se llora de impotencia porque no les alcanza para alquilar un piso y sobreviven a través de Cáritas o Cruz Roja o de ayudas sociales.
Ningún inmigrante viene para sacar el puesto de trabajo a nadie, solo pide trabajar.
¿Cómo te sentirías tu si vas a un país extranjero y te humillan diciéndote: tú me sacas el puesto de trabajo, tú vives de ayudas, tú eres un sudaca o tú crees ser mejor porque vienes con tus títulos y es mejor coger a un ignorante porque sé que así no me serruchará el piso y ocuparás mi puesto en esta empresa donde trabajo?.
El inmigrante piensa: no quiero sacarle nada a nadie, no vengo a ocupar nada tuyo, solo vengo a trabajar, quiero prosperar porque en mi país no puedo hacerlo, no paseo mis títulos universitarios por tu cara, solo vengo a trabajar dignamente. Así que piensa mejor, que el trabajo que rechazas tú, lo hace el inmigrante aún con un sueldo miserable, el que jamás aceptarías tú.