Finalmente, la reunión de ayer a las 21, 30 (hora en España) de los representantes de los países que conforman la Unión Europea ha tenido algo positivo: el Eurogrupo ha decidido desbloquear la cantidad de 540.000 millones de euros que cubrirán préstamos, pero se ha dicho que no a los conocidos como “coronabonos”.

El MEDE aporta 240.000 millones de euros para intentar recobrar normalidad

El MEDE dará la cantidad máxima de 240.000 millones de euros dirigidos a líneas de crédito cuyo objetivo es facilitar a los Estados miembros volver a la normalidad.

El Banco de Europa de Inversiones, por su parte, movilizará la cantidad de 200.000 millones de euros en préstamos que cubrirán las necesidades de las empresas y el fondo para la lucha contra el desempleo propone la cantidad de 100.000 millones para los gobiernos.

Los ministros de la cartera de “Economía y Finanzas” de los países que forman la eurozona han logrado llegar a un acuerdo para poder desbloquear una cifra superior a los 500.000 millones que irán a cubrir préstamos y para poner en marcha un fondo cuyo objetivo será la recuperación económica, a medio plazo, en el momento en que la emergencia sanitaria haya sido superada.

Una respuesta urgente ante la crisis económica provocada por el COVID-19 que no incluye el lanzamiento de los conocidos como “eurobonos”, una idea impulsada por el Gobierno liderado por Pedro Sánchez.

El Eurogrupo aceptó estas propuestas gracias a un preacuerdo firmado por Países Bajo, España, Francia, Alemania e Italia

Según el texto recién aprobado, el MEDE (fondo de Europa para los rescates) movilizará la cantidad de 240.000 millones de euros para hacer frente a varias líneas de crédito destinadas a los Estados del Eurogrupo; mientras tanto, el BEI (Banco de Europa de Inversiones) movilizará la cantidad de 200.000 millones que irán destinados a empresas.

Para terminar, el fondo contra la situación de desempleo que ha sido propuesto por la Comisión Europea facilitará a los gobiernos de la eurozona la cantidad de 100.000 millones.

El Eurogrupo ha sido capaz de sacar adelante este acuerdo después de conseguir un preacuerdo previo firmado por Países Bajos, España, Francia, Alemania e Italia, después de que el Gobierno de Holanda accediese a aligerar las polémicas cuestiones de acceso al deseado fondo de rescate.

Desde La Haya se exigía que los susodichos fondos estuvieran vinculados a una serie de reformas en la estructura para poder corregir los más que posibles desequilibrios entre el déficit y la deuda, una vez haya pasado la emergencia sanitaria. El texto finalmente acordado solo incluye un requisito: los créditos tendrán que ir destinados a financiar los altos costes a nivel sanitario que ha implicado esta crisis del COVID-19.