La Unión Europea le pega otro varapalo a Google; una multa de 1.490 millones de euros al demostrarse que el gigante de la tecnología habría bloqueado anuncios de empresas que son su competencia directa. Según la sentencia de la Comisión Europea, Google abusó de su posición dominante dentro del mercado de los buscadores de Internet.

Es la tercera vez que la Unión Europea impone una sanción económica a Google. La primera vez fue por abusar con su posición dominante ante Android. Entonces tuvo que pagar la cantidad de 4.340 millones de euros. La segunda vez fue por favorecer a su propio servicio de comparación de precios, en junio del año 2017, con una multa de 2.424 millones de euros.

Usaba Adsense for Search para bloquear a la competencia

Esta vez la multa es por abusar de su posición de dominio y emplear su servicio Adsense for Search para bloquear anuncios que son de empresas de su competencia directa en el mercado. Este servicio movió el 1,29% de la facturación total de Google en el año 2018 y la Unión Europea ha tenido en cuenta la gravedad de la infracción y el tiempo que duró.

Google habría abusado de ser la empresa dominante en el mercado obligando a firmar cláusulas muy restrictivas en los contratos con webs que pertenecían a terceros, por lo que no permitía que su competencia pudiera colocar anuncios relacionados con las búsquedas que se estuvieran realizando. Esto es completamente ilegal si se tienen en cuenta las normas en contra del monopolio de la Unión Europea.

Margrethe Vestager, comisaria de la Competencia en la Unión Europea, ha explicado que el comportamiento irregular por parte de Google tuvo lugar durante un período de tiempo que duró diez años, una década entre los años 2006 y 2016. En ese período la empresa le negaba a otras empresas la posibilidad de poner anuncios, de competir con los mismos méritos e innovar en el sector.

Según ha declarado Vestager, no habría ninguna razón coherente para que Google incluyera ese tipo de cláusula tan restrictiva excepto si era para dejar la competencia completamente fuera; lo que haría que los consumidores se vieran obligados a pagar precios mucho más altos.

Con estas tres sanciones Google ha tenido que pagar 8.300 millones de euros

En el año 2006, Google decidió incluir cláusulas de exclusividad en todos sus contratos, de forma que se prohibía a las webs que sitúen ningún tipo de anuncio de búsqueda de competidores en sus propias páginas de resultados de búsquedas o sea, en su competencia.

En el año 2009, Google inició cambios en estas cláusulas de exclusividad por un emplazamiento “premium”. Esto provocaba que los competidores no podrían contratar puestos preferentes a la hora de situar sus propios anuncios. También se incluía una cláusula que indicaba que para realizar un cambio en la web se necesitaba una aprobación por parte de Google para evitar que se subieran anuncios de la competencia.