Luego del referéndum celebrado el 23 de junio de 2016 en Reino Unido y Gibraltar, conocido como el Brexit, quedaba claro que los británicos no seguirían siendo parte de la Unión Europea (UE). No obstante, más de dos años después del hito histórico que representó dicha decisión, las condiciones de salida no han sido establecidas.
Ante esta situación, la Comisión Europea (CE), órgano ejecutivo de la UE radicado en Bruselas, comienza a advertir a sus Estados miembros, así como a las grandes empresas bajo su jurisdicción, que tomen las previsiones para una separación no negociada con el Reino Unido.
La crisis institucional en Londres obstaculiza el diálogo
El triunfo del Brexit supuso una salida ordenada o una separación negociada entre Londres y Bruselas, no obstante, la crisis institucional que afronta Gran Bretaña tras la renuncia de su ministro de relaciones exteriores y del negociador con la UE, han dificultado la posibilidad de un acuerdo sobre las condiciones. Al respecto, el gobierno de Theresa May ha nombrado a un nuevo negociador, Dominique Raab, para que inicie los diálogos pertinentes con el negociador de parte de la UE, Michel Barnier.
Por su parte, la CE ha recordado que la salida del Reino Unido generará importantes consecuencias. Además, ese organismo indica que es responsabilidad de ambas partes tomar las decisiones necesarias para que dichas consecuencias no incidan negativamente en la economía de las partes involucradas.
Asimismo, el organismo hace un llamado a que los gobiernos nacionales y regionales, así como a los operadores y agentes económicos, colaboren en que la separación genere la menor perturbación posible.
En Londres reina el optimismo sobre la llegada de un acuerdo
Del otro lado, el gobierno de Theresa May procura ser optimista al insistir en que se llegará a un acuerdo entre su gobierno y la UE, antes de la fecha límite.
En este orden de ideas, ha resaltado que colocará los esfuerzos para llegar a una salida negociada y acordada. Sin embargo, las condiciones de inestabilidad política reinantes en Reino Unido hacen impredecible cualquier escenario.
La fecha tope para el eventual acuerdo que pueda surgir entre Londres y el grupo de las 27 naciones es el mes de octubre.
El estado de las negociaciones hacen suponer que dicho acuerdo no será logrado en el tiempo acordado y por ello la separación será abrupta.
Independientemente del resultado, Reino Unido y Gibraltar quedarán fuera de la UE el próximo el 30 de marzo de 2019 a las 0:00 horas, hora central europea. Mientras ello ocurre, Bruselas no ha cesado en publicar más de 60 avisos en los que procura informar a sus ciudadanos y a la población británica sobre las consecuencias de la salida de Reino Unido de la UE, a objeto de que las empresas, inversionistas y público en general tomen sus previsiones sobre esta situación y los riesgos que ello implica.