Se puede constatar que aún estamos lejos de la visión global y altamente participativa de la Co-Creación de valor que concibieron originalmente los autores Prahalad y Ramaswami.
¿Co-creación de valor?
En términos simples, se entiende la “co-creación” como un proceso en el cual los consumidores y potenciales clientes se involucran y pueden colaborar con los productores y/o vendedores en la creación, mejora y/o modificación de un bien o servicio, existente o por salir al mercado.
Hace ya bastante tiempo está en boga el término “agregar valor”. Hace pocos años en una entrevista televisiva un destacado empresario de mi país lo definió muy simplemente: “Crear valor es simplemente aportar inteligencia a la actividad que uno realiza”.
Muy cierto. El objetivo de crear y agregar valor a algún bien, servicio o actividad, es porque se pretende hacerlo distinto, ojalá único, con objeto de brindar un "especial poder inicial" a un proyecto, producto o bien que se desee ofrecer. ¿Quién puede hacer esto? La inteligencia. En términos comerciales, se conoce a la “inteligencia de mercado” como una tríada compuesta por la investigación de mercado (enfocada a la detección de preferencias de los clientes), inteligencia de negocios (enfocada a los procesos internos de la organización) y la inteligencia competitiva (enfocada a detectar la estructura y estrategias que tienen los competidores). Al respecto de esta última, el célebre Michael Porter explicaba didácticamente la inteligencia competitiva de la siguiente forma: “consiste en dar la información correcta, a la persona correcta, en el momento correcto, para que tome decisiones correctas”.
¿Qué tiene que ver todo esto con internet?
No es novedad que en los últimos años el mundo ha cambiado velozmente por efecto de masivas innovaciones tecnológicas. Dentro de estas, el canal más usado ha sido sin duda "la gran carretera de información", representada por Internet. El potencial de internet es variado, y abarca fundamentalmente las áreas de esparcimiento, educación y cultura, comunicación y comercio.
El número de usuario de internet en los últimos quince años y fracción ha aumentado a nivel mundial en un 906% (es decir, algo más de diez veces). Esto implica que, en promedio, ha aumentado el número de usuarios en una tasa compuesta de 1,27% mensual. La cantidad de usuarios de internet a marzo del año 2016 era de aproximadamente 3631 millones de personas, significando que el 49,5% de la población mundial ya tiene acceso como usuario de internet.
¿Qué sucederá entonces con el comercio futuro y la co-creación de valor?
Los mercados en los cuales se observa un aumento de usuarios internet sólo marginalmente son Europa, América del Norte y Oceanía. ¿Motivo? Ya tienen en su mayoría internet hace tiempo, y su influencia actual se ve con menor crecimiento. Las áreas con mayor potencial de crecimiento futuro son África y Asia, ya que tienen un 28,7% y 44,5% de penetración respectivamente, significando que pueden seguir aun creciendo.
El desafío para el comercio del futuro será múltiple, desde lograr abaratar y homologar los costos por el uso masivo de internet, aumentar el uso de la herramienta en la educación y priorizar las condiciones de seguridad de la banca electrónica y del comercio digital en general.
La confianza en contar con servidores seguros será una de las principales barreras por sortear, pues muchos países están atrasados en este aspecto y no han invertido en mejoras de seguridad suficientes para dar confianza a los usuarios. Contar con mayor seguridad en el cyber-espacio podría provocar mayores transacciones de bienes y servicios, y entregar mejores garantías para el crecimiento de los consumidores que aporten la co-creación de valor.