Casi tres años de retraso en la liberación del dividendo digital en comparación con nuestros países vecinos y además, según las previsiones hechas por nuestros últimos dos gobiernos, el de izquierdas y el de derechas. Un retraso que ha provocado daños irreparables en el sector de la antena, casi tres años con un mercado totalmente plano esperando la actividad del dividendo y que durante los cuales se han esquilmado los recursos de las empresas instaladoras, distribuidoras y fabricantes de material de antenas.
Empresas que a día de hoy, las que sobreviven es haciendo mil equilibrios imposibles y las que no tienen otra culpa que la de haber estado al pié del cañón durante esta espera con el insensato silencio de nuestro ministerio de industria; daños provocados por las mismas autoridades que gravan con impuestos y deberes la profesión y que por ello tienen la obligación de regular y abastecer de actividad el mercado; daños que en un país desarrollado serio y democrático habría evitado o asumido y reparado ya desde hace tiempo.
Otra grave consecuencia de este retraso es que ha cerrado la entrada al mundo laboral a muchísimos jóvenes, ayudando a provocar el insoportable índice de paro que hoy tenemos en este segmento de población nuestro, porque las nuevas tecnologías a las que el dividendo digital dará cobertura, son la puerta natural de nuestra juventud para acceder a su primer empleo.
Para todos estos elevadísimos costes que nuestra sociedad ha tenido que asumir no hay otra hipótesis que la de que nuestros gestores de gobierno, han permitido que los intereses de una empresa primen sobre los de toda la sociedad provocando con ello el gigantesco despropósito mencionado. Esta empresa es Telefónica de España y en su interés, la liberación del dividendo ha esperado hasta hoy.
Mientras que en la primera década de este siglo la práctica totalidad de los operadores de telefonía nacionales: France Telecom, Deutsche Telecom etc. Modernizaron su infraestructura pasando sus redes a fibra óptica; Telefónica decidió hacer sus inversiones fuera de España dejándonos con una infraestructura de telecomunicaciones peor actualmente a la de muchos países subdesarrollados.
Hoy Telefónica tiene a las empresas de instalación de telecomunicaciones trabajando a marchas forzadas, pagándoles costes de supervivencia, todo sea dicho, para acabar el tendido de fibra óptica en diciembre, fecha en la que se pretende acabar también la liberación del dividendo digital.
Por otra parte el ministerio viene anunciando que el coste por vecino comunitario será de unos 20€ y que las viviendas unifamiliares y pequeñas instalaciones colectivas no tendrán que hacer ninguna intervención y esto es falso; como poco con la primera señal de telefonía que desembarque en el dividendo digital y que generará interferencias en instalaciones ubicadas dentro de un radio de 1.5Km de distancia a los repetidores de telefonía.
Con lo que si tenemos en cuenta que para dar un servicio y una disponibilidad real de 4G se han de instalar más repetidores, habrá un gran número de instalaciones en riesgo de interferencias y todas las antenas, individuales y pequeñas instalaciones incluidas tendrán que aislarse o rechazar esas nuevas señales si no quieren saturar sus amplificadores y sus sintonizadores.
Comparto con ustedes una información antes de llegar a una conclusión final; en países como la mencionada Francia con una infraestructura de comunicaciones moderna, los operadores de telefonía como Bouygues , France Telecom, Sfr, u Orange llevan tiempo vendiendo en las grandes superficies unas cajitas como la de la foto que ilustra este artículo, que ofrecen al usuario final todo en uno: Telefonía, Internet y Televisión con packs de 100 o 200 canales; esta cajita que compra e instala directamente el usuario final ha alcanzado un gran número de ventas sobre todo en las grandes ciudades frente a la antena satélite y la antena terrestre por su facilidad e inmediatez de instalación; bien es cierto que muchos ciudadanos han puesto el grito en el cielo puesto que la cajita acaba con la intimidad de tu casa, se chiva si ves canales de izquierdas o de derechas, si son más o menos cultos, se chiva cuando ves canales pornográficos o de cuál es tu condición sexual, en definitiva entregamos a una máquina nuestros gustos, afinidades y comportamiento para hacernos un psico-traje a medida .
Resumiendo la jugada: 1. En septiembre, gobierno y canales de televisión informarán con una gran campaña en los medias de que se ha de llamar al antenista para actualizar la cabecera de amplificación de televisión y re sintonizar los ocho transpondedores digitales que quedarán, a los nuevos canales de frecuencia asignados.
2. El uno de Enero de 2015 el dividendo digital ha de estar preparado para recibir los primeros servicios de telefonía 4G y con el numero de instaladores de antenas que hay registrados, la liberación del dividendo no se puede realizar, o en cualquier caso se hará demasiado rápido y mal;
3. A últimos de diciembre de 2014, telefónica tendrá preparada su red de fibra óptica con capacidad para ofertar más 200 canales de televisión teléfono e internet al precio que quiera y que le garantice un gran número de ventas.
4. Cuando en enero de 2015 lleguen las primeras portadoras de 4G y generen las primeras interferencias constatando los lógicos problemas de antena por hacer las intervenciones rápido y mal; Telefónica tendrá preparado el mercado para su irrechazable oferta y realizará el negocio del siglo.
En Septiembre del 1997 Telefónica lanzó Vía Digital, operador de TV satélite de pago, para contrarrestar a C+ de otra tendencia política; en clara competencia desleal entró en el mercado regalando la instalación y el material; Aún a día de hoy los distribuidores especializados que se ganaban la vida vendiendo material de antena, se siguen preguntando porqué se permitió esta práctica de mercado que supuso la inmediata depreciación de sus caros stocks y en consecuencia un gravísimo perjuicio para el sector;
He de apuntar que el daño provocado fue gratuito porque como era de esperar, a los ciudadanos que nada les costó abonarse a Vía Digital, aún les costó menos desabonarse, provocando con ello unas pérdidas híper millonarias y su cierre por fusión con C+ en Julio del 2003.
Conclusión: Es necesario que una gran empresa tenga por primer objetivo ganar dinero para sus accionistas pero por sentido común y su propio interés ha de asumir algunas responsabilidades sociales y laborales para con el país del que se nutre y de no asumirlas, antes de provocar los gravísimos daños citados, el gobierno tiene la obligación de recordárselas y sobre todo nunca ser colaborador necesario.
Cuando se es capaz de aprobar, casi de un día para otro, y por real decreto ley la normativa de regulación de la TDT a peaje, no se pueden alegar nunca cuestiones burocráticas o legales que no se puedan librar con un conveniente procedimiento de urgencia en cuestiones de verdadero interés nacional.
A día de hoy el sector de la antena espera una urgente reparación para acometer con medios y garantías la tarea que tiene por delante; Nuestra sociedad y economía, espera obtener el máximo provecho de las nuevas tecnologías, como sería de esperar.