El encuentro que cerraba el grupo H de la Champions League tenía los ojos de los aficionados puestos en él, ya que se definía el primer puesto del grupo y la posible eliminación del gigante inglés, Manchester United-que finalmente se dio en el otro encuentro de la fecha. Sin embargo, a los pocos minutos se vivió un hecho lamentable: insultos peyorativos por parte del asistente arbitral hacia el ayudante técnico del conjunto turco, el ex del Mallorca Webó, que desató la furia de todo el staff técnico y los jugadores que estaban en el terreno de juego.

Automáticamente, sintieron que se trataba de un insulto racista, por lo que se armó un tumulto que obligó al árbitro a suspender el encuentro.

Finalizando el martes, la UEFA lanzó un comunicado donde anunciaba que el encuentro se reanudaría al día siguiente, desde el minuto 14, partido que en el que el PSG goleó 5-1 al equipo turco, con tres goles del crack brasileño, Neymar, y dos de la estrella de Francia, Mbappé.

Jugadores unidos contra los hechos racistas

La imagen que dejó la reanudación del encuentro conmovió a los amantes del fútbol: la totalidad de los jugadores se arrodillaron en el círculo central antes del inicio del partido, en una clara señal, y a la vez un mensaje, de la unión colectiva de repudiar cualquier tipo de insulto racista en el deporte.

No solamente los jugadores del PSG mostraron su solidaridad con los del equipo turco, sino que ambos clubes dieron un mensaje mayor: los comentarios o hechos racistas no tienen cabida en el deporte. El fútbol viene dando muestras sobradas de su posición en cuanto a los valores sociales que desea pregonar: solidaridad, respeto e igualdad.

Un hecho concreto fueron las muestras de apoyo al lema "Black Lives Matter".

El PSG contra el Istambul Basakshir, un partido con un sólido mensaje

La conmoción que han generado los insultos racistas durante el encuentro que ambos clubes disputaron tienen que ver con que habitualmente estos lamentables acontecimientos provenían de las gradas, pero ahora esto ha ocurrido dentro del campo de juego, por un asistente arbitral que se supone, ha sido formado bajos las reglas y los valores de la FIFA.

La solidaridad y apoyo mutuo, no ha sido un hecho menor, ya que ha posibilitado que estos insultos cobren visibilidad mundial, y se pueda dar un mensaje de rechazo en forma conjunta. En esto ha sido de gran ayuda que por la pandemia, el protocolo sanitario sugiera que se disputen sin público, pese a que en algunas ligas hace meses que se viene intentando probar la vuelta de los aficionados a los estadios. Neymar ha expresado que de comprobarse que el asistente arbitral verdaderamente usó la palabra "negro" como insulto, debería ser despedido. Hasta el momento la UEFA no se ha expedido sobre los pasos a seguir con el asistente de árbitro.