Punto y final para el Reus. Ante la imposibilidad de dar una solución a los problemas económicos, la Federación Catalana de Fútbol (FCF) ha optado por la opción que nadie quería: expulsar al club de la Tercera División.
Un final agónico para un club histórico
Hace pocos meses, concretamente en julio, fue expulsado de la Segunda B, teniendo que inscribirse en la siguiente división inferior. El problema de impagos le impidió mantenerse. Tiene una deuda de 221.000 euros al equipo filial y dos millones al primer equipo. Su situación no ha mejorado en el inicio de temporada en Tercera.
Ante la falta de un cuerpo técnico y de una plantilla de jugadores, no se pudieron disputar los dos encuentros ante el Castelldefels y el Vilafranca. En este último encuentro, los árbitros y jugadores contrarios se encontraron el estadio Camp Nou Municipal cerrado debido al momento que atraviesa el club.
Ante esta situación, el Grupo 5 de esta categoría quedará con 19 equipos. Con la competición ya comenzada, no se incluirá otro club y todos los equipos recibirán los tres puntos que les corresponde.
La FCF asegura haber intentado evitar esta coyuntura. Colaborando con la administración concursal, han informado de las obligaciones de los Estatutos y los estamentos federativos. Afirmaban que, si existían las garantías suficientes, tramitarían las licencias.
Finalmente esto no fue así.
El filial es la esperanza que mantienen
A día de hoy, el único futuro que tiene la entidad es el segundo equipo. Pero podría terminar de la misma manera si continúan los impagos y en caso de no presentarse en su futuro partido contra el Club Esportiu Júpiter en la segunda jornada. Si no se presentase y se tuviese que suspender el enfrentamiento, el Comité de Competición de Primera Catalana estudiará las sanciones pertinentes en su próxima reunión, el miércoles 18.
Para evitar que el filial tenga el mismo destino, se tendrá que abonar el dinero de su deuda, que asciende a 211.000 euros. Tras una reunión entre el presidente Clifton Onolfo, el administrador concursal David López, el juez mercantil y Fernando Araujo como el representante del bufete de abogados de David Peña, no se ha llegado a ningún acuerdo.
La situación sigue como en el inicio y por el momento no pueden inscribir a los jugadores del Reus B. Por su parte, el alcalde de la ciudad ha lamentado estos problemas económicos.
De esta manera se termina el periplo de uno de los históricos del fútbol español, fundado en 1909. Junto a otros equipos, como el Barça o el Espanyol, ha sido uno de los clubes más conocidos de la Comunidad Autónoma. Ganó algunos títulos en sus más de cien años de historia, el último de ellos en 2016.