El pasado fin de semana se celebró en un exclusivo bar de la ciudad de Madrid, el cumpleaños número 23 del futbolista del Barcelona, Munir . Al lugar acudieron no menos de 30 personas entre familiares y amigos.Pero, lo que comenzó con una celebración terminó en una fuerte discusión.

En un ambiente lleno de música, copas, tapas y mucha diversión transcurrió la jornada con normal tranquilidad. Estuvieron festejando siete horas. Entrada la madrugada se presentó una fuerte discusión entre el Munir y el encargado del local. Entre la confusión se fueron elevando los ánimos y casi se van a los golpes.

Al parecer cuando el delantero solicitó la cuenta jamás se imaginó que la suma llegase a 16.000 euros.

La gerencia pidió la colaboración de la Policía Nacional

La tensión siguió aumentando cuando uno de los meseros le pidió que bajase a la caja a cancelar. El obstinado futbolista se negaba a pagar esa cantidad. Fue cuando el gerente del bar decidió llamar a la Policía Nacional. Cuando los funcionarios ingresaron se encontraron con que había todo un revuelo; el jugador se encontraba rodeado de sus invitados, intentando calmarlo y los empleados intimidados.

Según comenta un empleado del local, en el momento que el jugador había reservado un área del lugar para hacer la celebración, se le había dado un presupuesto que incluía las bebidas, el alquiler del área y algunas tapas.

El resto de la comida fue comprado en un catering externo, es decir el jugador llevó al local parte de las tapas.

Los invitados se dejaron llevar por el calor de la celebración

Sin embargo, los invitados de la fiesta pidieron más comida y excedieron el número de botellas de champaña. Al parecer sus parientes no tenían ni idea de que había un presupuesto previo y se dejaron llevar por el calor de la noche.

Según Munir, él “no se había gastado esa cantidad”. Cabe destacar que se encontraban en la mejor zona de la discoteca. Luego de una larga discusión y de que se comprobara que los invitados habían ordenado esa cantidad de botellas, el futbolista no tuvo otra opción que desembolsillar esa cantidad de dinero, ya que se habían consumido en su totalidad todo lo que pidieron.

Sin embargo, el encargado del local negoció con el jugador y tuvo la flexibilidad de rebajar unos mil euros. Al parecer la discoteca no quería caer en escándalos públicos por cuestión de imagen. Actualmente Tiffanys es uno de los lugares preferidos de las celebridades en Madrid y, por supuesto, no pueden darse el lujo de caer en situaciones embarazosas. Tal como lo indicó el encargado del local, todo llegó a su buen fin y el jugador pagó la cuenta.