Un gesto que ha sorprendido enormemente a todos los aficionados ha sido la frialdad con que el portero de la selección española de Fútbol, David De Gea, ha acogido la visita del nuevo presidente del gobierno, Pedro Sánchez. En un acto que ha sido el primero en protagonizar el secretario nacional del PSOE tras la moción de censura que ha desplazado del gobierno a Mariano Rajoy.
Bien es cierto que ha llamado la atención a buena parte de la opinión pública española y hasta el punto de que han aparecido comentarios en las redes sociales que indicaban que esta actuación era como consecuencia de una señal de disconformidad con la línea política que está llevando Sánchez.
De Gea fue implicado en el Caso Torbe en 2014
Pero nada más lejos de la realidad, ya que hay un motivo muy claro para explicar la actitud que ha tomado el excelente cancerbero que milita en el Manchester United. Hasta el punto que hay que retroceder cuatro años para entender su verdadero significado, ya que en 2014 y mientras la selección española de fútbol estaba preparando el Mundial de Brasil estalló el Caso Torbe, en que fueron involucrados varios futbolistas españoles y uno de ellos fue David De Gea.
Se trataba de una operación con una importante vinculación con el mundo de la prostitución, en donde el portero toledano habría mantenido relaciones sexuales con una menor de edad. Incluso se barajó la posibilidad de que abandonase la concentración nacional por las especiales dimensiones de este escándalo sexual.
Algo que al final no llegó a suceder y el jugador pudo disputar los partidos del Mundial de fútbol.
Pedo Sánchez fue muy duro con el portero español
Fue un caso de corrupción moral que consternó a buena parte de la clase política en España y uno de los dirigentes más duros contra el portero titular de la selección española fue el actual presidente del gobierno, Pedro Sánchez.
Meses más tarde de este escándalo sexual se comprobó que De Gea era inocente de estas graves acusaciones y las cosas volvieron a su cauce normal.
Pero el conocido futbolista desde luego que no ha olvidado esta afrenta y lo ha demostrado en la visita que ha protagonizado el jefe de gobierno a las instalaciones deportivas en Las Rozas.
Mientras todos sus compañeros aplaudían las palabras de Pedro Sánchez con exquisita educación, De Gea era el único que no lo hacía, con un semblante muy serio que hacía presagiar que algo había pasado entre los dos.