Desde el primer instante en que Gareth Bale llegó al Real Madrid recibió el trato de súper estrella. El que fue hasta el momento, el fichaje más caro de la historia del Fútbol, cuando el club merengue pagó al Tottenham 100 millones de euros en el año 2013, para hacerse con los servicios del astro galés; ratificando así, su estatus de estrella.

Gareth Bale es un jugador de mucha técnica, posee un olfato goleador nato, una velocidad trepidante y una zurda magistral, que lo convierte en la pesadilla del equipo contrario. Aun así, todas estas virtudes son opacadas por las lesiones, su condición física ha sido su peor enemigo y esta temporada no ha sido la excepción.

La no titularidad por lesiones de Bale

Al inicio de la temporada, Gareth Bale llegó, aparentemente, en un estado físico óptimo para disputar el campeonato; pero semanas después de haber comenzado la temporada, sufrió la primera lesión del año.

El ‘Expreso Galés’, como lo bautizaron gracias a su impresionante velocidad, solo estuvo una semana de baja y no fue significante. La siguiente lesión que sufrió Bale y lo alejó 5 semanas de los terrenos de juego, ocurrió en el mes de noviembre. Esta lesión fue determinante para que el galés perdiese la titularidad y el rol protagónico en el equipo.

Al volver del período establecido por el cuerpo médico, Bale era un jugador suplente y su estatus de estrella, ya no pesaba para mantenerlo en la titularidad, gracias a las constantes lesiones que no dejaban de alcanzarlo.

Remate perfecto de temporada

Este año, Gareth Bale vivió su peor temporada en el Real Madrid. Aunque en el último tramo de la temporada volvió a los terrenos de juego. Fue determinante con sus goles y en particular por el doblete obtenido en la final de Champions League.

El primero de estos goles, una perla de vídeoteca, una chilena exquisita que representó el 2-1 a favor del conjunto blanco, fue muestra de que Bale había vuelto y gozaba de un excelente estado físico.

En el segundo gol, lo acompañó la fortuna y la falta de pericia del portero rival.

Gracias a estos goles, Gareth Bale fue nombrado el jugador más valioso de la final, pero en rueda de prensa, el galés dejó clara su posición. En su intervención dijo frases como: “Necesito jugar cada semana, algo que esta temporada no ocurrió.

Al ver el 11 inicial me sentí un poco decepcionado, he venido jugando bien, marcando goles y en buena condición, pero la decisión es del entrenador.”

Con respecto a su futuro, Bale dejó la puerta abierta afirmando: “Esta temporada estuve lesionado 5 semanas y me costó la titularidad, tengo que sentarme con mi agente a conversar al respecto, porque necesito jugar todas las semanas para estar al tope”.