Una de las más grandes ventajas del tenis es que se puede empezar a practicar desde los cinco años, hasta los 60 años. Así que si siempre has tenido ganas de entrenar este magnífico deporte, deja atrás el miedo y atrévete a entrar en la cancha, porque si algo tiene el tenis es que siempre encontraras gente de tu mismo nivel con quien jugar y también divertirte, además de adquirir una excelente condición física.

“El que nada sabe, nada teme”; esta es la mejor actitud que puedes tomar al entrar en esto del tenis. Que no te preocupe el que antes lo hayas intentado sin éxito alguno, porque al tomar clases aprenderás como agarrar la raqueta, hacer el swing, el saque y un revés, hasta saber dónde tirar la pelota para hacerle la vida difícil a tu contrincante.

Además, debes saber que como tenista, aparte de estar siempre observando la pelota, también tienes que estar pendiente de todo el juego en conjunto, es decir, ver al otro jugador y sobre todo tu posición. Como todo esto de la estrategia tienes que planearla en segundo, necesitas concentrarte al máximo.

Como en cualquier deporte, en el tenis también puedes llegar a lesionarte. Las lesiones más comunes se dan en los codos, rodillas y espalda. Prevenirlas es muy fácil, solo necesitas calentar y preparar tus músculos antes de jugar. Fortalecerlos es de gran ayuda en estos casos, y lo puedes hacer en el gimnasio, con la natación o simplemente con abdominales y barras. Emplear una buena técnica es indispensable, pues es la mejor forma de evitar torceduras.

Contrincantes en la mira

Te preguntarás ¿Cómo se gana un partido de tenis? La respuesta es observando y es que en el tenis no se trata nada más de contestar las pelotas que te envie el contrario, sino de colocarlas de tal forma que lo metas en problemas.

¿Y cómo? – Fijándote en sus puntos débiles. Si es un golpe en especial, entonces tendrás que hacer muchos tiros con esas intenciones; si sientes que no tiene mucha velocidad, necesitas hacerlo correr, o tal vez no reaccione bien a las bolas rápidas, o quizá a las lentas.

La única forma de saber esto es observándolo, si puedes hacerlo antes del partido, súper bien y si no, entonces entrena bien tus reflejos y concéntrate durante el encuentro para así fijarte hasta en el último detalle de su estilo de juego.

Piensa antes de actuar

Si lo que quieres es mejorar tu derecha, por ejemplo, el secreto está en que siempre, antes de tirar, pienses en que momento y lugar quieres encontrarte con la pelota.

En pocas palabras, lo que necesitas es estar en una buena posición en todo momento para recibir los tiros del contrario.

Si tuvieras que estirarte demasiado para pegarle, de seguro se te complicaría la vida. Así que trata de pensar a la velocidad de la luz en qué punto quieres pegarle y ahora sí, corre y colócate en ese lugar.

Otro consejo es llevar la raqueta hacia atrás a tiempo, ya que si corres con ella enfrente, cuando llegue el momento de pegarle a la pelota, tal vez no tengas tiempo de preparar la raqueta para el golpe.