Aunque quedan cuatro partidos, el Barça ha ganado la Liga matemáticamente, al tener suficientes puntos de ventaja sobre el Atlético de Madrid, segundo clasificado, y ganado a su favor el goal-average. Sufrió inesperadamente en A Coruña, con un Depor casi desahuciado, pero que se animó y estuvo a punto de ganar el partido, con el gol anulado en la primera parte y lograr empatar en la segunda. Pero como siempre, Leo Messi vino al rescate con dos goles suyos al final.

Hace 8 meses, este paseo del Barça por la Liga parecía imposible, ya que fue barrido por el Real Madrid en la Supercopa.

Entonces, muchos dudaban de que Ernesto Valverde, que debutaba en el banquillo blaugrana, durase mucho tiempo. Pero aquel partido estimuló al equipo y se rehízo en tiempo récord, mientras que el Madrid tuvo varios tropiezos inexplicables que le dejaron pronto fuera de la Liga, aparte su inesperada eliminación en la Copa por el Leganés.

El golpe más duro que sufrió el Barça al empezar, fue la marcha de Neymar al PSG, dejando un vacío que parecía imposible llenar. Se notó su ausencia en la Supercopa. Se fichó deprisa y corriendo a Dembelé, que pese a su calidad, todavía necesita adaptación (como el propio Neymar cuando llegó) y acabó jugando de suplente.

Dembelé: sustituir a Neymar

Messi se unió a Suárez para conformar una delantera letal, sin necesidad de Neymar.

Muchos pensaban que, en el fondo, el brasileño estorbaba por sus salidas de divo, y el equipo ha ido mejor como conjunto. Dembelé ha acabado como suplente, y el recién llegado Coutinho ha sido más decisivo, como lo ha sido Paulinho, del cual nadie confiaba al llegar a Barcelona, por su avanzada edad y ser un completo desconocido.

No descubrimos a Messi por su infinito talento, pero una vez más ha sido el salvador del Barça en muchos partidos con sus goles, como en Sevilla y el domingo en A Coruña. Quizá demasiado, ya que pocas veces hemos visto al equipo jugar y ganar claramente sin él.

La victoria por 0-3 en el Bernabéu, cuando parecía que el Real Madrid lo tenía fácil, estimuló mucho al Barça para seguir en su línea de juego y sin perder un partido.

Sólo los empates ante Celta y Getafe en casa, y salvar un punto ante Atlético Madrid, Sevilla y Valencia en sus campos hizo dudar de la capacidad del equipo.

La Champions ha sido el único lunar: fuera del Nou Camp, apenas se han conseguido resultados positivos. Y la inesperada derrota en Roma, con una ventaja de tres goles en la ida, fue terrible. Nos hacía recordar aquella derrota en Getafe, en 2007, también con tres goles en la ida. Desde la última Champions ganada en 2015, siempre ha caído el Barça en cuartos.

Pero la Copa fue el revulsivo, con la lección magistral de Fútbol en la final y goleada por 5-0 ante un sorprendido Sevilla, incapaz de repetir el gran juego que ejerció ante el Barça en la Liga, donde Messi, entonces, salvó el partido.

En esta competición, sólo la derrota ante el Espanyol en su casa dio miedo a los culés, pero sigue siendo el torneo donde son los reyes, con cinco finales seguidas ganadas.

Fin de la era Iniesta en el Barça

La tristeza es y será la marcha de Andrés Iniesta del equipo cuando acabe la temporada. Si el año pasado firmó un contrato vitalicio con el club, al final parece haber pensado que prefiere acabar su carrera mejor. La edad, 33 años, y el no poder ya jugar partidos enteros (esta temporada casi siempre ha sido sustituido) ha hecho ver a Don Andrés (que diría el maestro Joaquim Maria Puyal) que mejor ir a jugar a Ligas y equipos donde no haya la enorme presión que hay en cualquier club grande. No habrá querido acabar como Alexanko, que cerró sus dos últimas temporadas como eterno suplente y en el que Johan Cruyff sacaba en los últimos minutos de partido.

Por último, el legado de Iniesta en el Barça es irreprochable, tanto en talento como en calidad humana. Todos le agradecen su gol in extremis ante el Chelsea para que el Barça de Pep Guardiola ganara la primera de sus 3 Champions, y los campos de fútbol españoles le siguen agradeciendo otro gol suyo in extremis, el de España en Sudáfrica para ganar su único Mundial. Pero Don Andrés es parte de un equipo irrepetible con Messi, Busquets, Piqué, el retirado Puyol y el todavía en activo Xavi Hernández.