El manchester city de Pep Guardiola está viviendo sus peores momentos desde el comienzo de la temporada. Aunque tiene la Premier League encarrilada, la dura derrota en Champions League ante el Liverpool y la remontada del United que le privó de levantar el título han dejado muy tocado al entrenador que ya busca nuevos objetivos para reforzar la plantilla para la próxima campaña.

Remontada casi imposible

Una de las razones por las que la directiva del Manchester City contrató a Pep Guardiola fue para alzarse con el título de Campeón de Europa, pero parece que este tampoco será el año.

El equipo inglés era uno de los grandes favoritos para conseguir el trofeo, pero en la ida de los cuartos de final ha recibido un duro golpe del que parece muy difícil poder levantarse.

El Liverpool le dio un correctivo importante y venció en Anfield por 3 a 0, por lo que el equipo ctizen necesita por lo menos 4 goles para pasar a las semifinales. Los de Guardiola no se dan por vencido, ya que en el partido de competición doméstica ya fue capaz de ganar por 5 a 0 a los de Klopp.

Hoy mismo sabremos si la remontada es posible, o si tendrán que esperar otro año para conseguir su verdadero sueño. En lo que respecta a la Premier, el City alzará el título la próxima jornada, aunque la derrota ante su máximo rival, el Manchester United no ha sentado nada bien.

Un refuerzo indispensable

Ya sabemos que el Manchester City no escatima en gastar en refuerzos. Ahora, Guardiola habría pedido el fichaje de una de las piezas más fundamentales del FC Barcelona y estaría dispuesto a ofrecer alrededor de 200 millones para llevárselo. No, no es ninguna estrella, es Sergio Busquets.

Para muchos el catalán es considerado como el mejor mediocentro defensivo del mundo, y cuando no está repercute mucho en la salida de balón del equipo.

Guardiola lo sabe, y cree que su fichaje sería la pieza que le falta para organizar un conjunto casi invencible.

Su salida del Barça parece imposible, ya que algunos creen que es tan importante como Leo Messi, por lo que los azulgranas no aceptarían ninguna oferta. La única manera de que acabara jugando en la Premier sería que el futbolista quisiera probar nuevas experiencias y pidiera salir.

En ese caso, la operación podría llegar incluso a los 200 millones de euros. Un precio, que aunque parece desorbitado, el City estaría dispuesto a ofrecer para hacerse con un jugador que puede dar el equilibrio que le falta a la plantilla.