No es secreto para nadie que el juego y rendimiento colectivo ha ido de más a menos durante la temporada y que después de la eliminación ante la Roma en la UEFA Champions League, todo puede pasar, principalmente porque están a pocos partidos de terminar La Liga invictos, algo que sin duda los reivindicaría y el Sevilla asoma a la vuelta de la esquina.

La Liga Santander y la Copa del Rey son los trofeos que le queda a este Barcelona de Ernesto Valverde, el cual parecía que lo iba a ganar todo y terminó fuera en cuartos de final de Europa. Ahora, el Celta de Vigo aguarda en Balaídos, cancha sumamente difícil, para intentar tumbar a este gigante, que ya tiene tiempo tambaleando y no da señas de mejoras.

Asimismo, el propio Sevilla está acechando para ver si le puede dar el estacazo en la final de la Copa del Rey, así se olvidarían por completo de lo que pasó en Champions ante el Bayern Munich, rival al que le jugaron de una manera increíble pero les faltó el protagonista, el gol.

A principios de temporada y hasta hace poco, ver una convocatoria así no preocupaba lo suficiente, al Barcelona le salía todo y con Valverde parecieran haber encontrado la fórmula ganadora que se extendiera en el tiempo. Ahora, con tantas dudas y medio equipo fuera, el invicto del Barcelona corre un serio peligro ante Iago Aspas y los suyos.

Siempre hay una primera vez

En esta temporada, no hubo ningún partido en el que no estuvieran o Sergio Busquets o Iván Rakitic, pero siempre hay una primera vez y Valverde espera que no le salga caro.

Porque, ya ha salido bastante costoso el tema de tener un once bastante similar jornada tras jornada, ya que estos dos se marchan por molestias físicas, y el propio “Busi” estuvo ya lesionado esta temporada.

Además de ellos, Andrés Iniesta tampoco estará en la cita, la magia del ocho no llegará a Balaídos y puede que haga mucha falta para poder controlar esa zona del mediocampo que la tiene bastante turbia.

Po último, al fin descansará Gerard Piqué, el central había pasado ya una cantidad considerable de partidos con serias molestias y dolores en su rodilla, pero esto era algo que al parecer no lo afectaba del todo, porque –a pesar de los dolores- ahí estaba partido tras partido dándolo todo. Al parecer el dolor de cabeza que tuvo con Edin Dzeko y Santi Mina, lo hicieron pensar un poco más.

Este martes tendrá como segundo partido de la jornada al de los culés contra los de Galicia y ya la suerte está echada y este podría ser el partido que rompa con la marca histórica en una cancha cuanto menos peligrosa.