La debacle futbolística sufrida ayer en el estadio Santiago Bernabéu, que es la eliminacíón del Real Madrid de la copa del Rey ante el C.D. Leganés, deja muchas preguntas que resolver en el aire.
¿Ha planificado bien el Real Madrid su temporada? ¿Se ha hecho una política de fichajes correcta? ¿La gestión del vestuario esta dejando que desear?
La justicia y el porcentaje de culpabilidad se sabe que no es equitativo en este deporte, por eso el mayor damnificado, sin lugar a dudas es el técnico francés Zinedine Zidane.
Tras los éxitos al ser campeón de Liga y Champions la temporada pasada, se ha dado de lado a conservar el presente del nivel competitivo y se ha apostado por mirar hacia futuras inversiones en un tiempo muy lejano.
Es de notable inteligencia saber que puede seguir proporcionando éxitos tener un equilibrio entre el equipo que te ha hecho disfrutar y ganar todo, con la llegada de jugadores de categoría, que complementen y que tengan hambre de títulos para seguir retroalimentando al núcleo.
No es buena idea alejarse de este modelo con planes a cinco años vista
Desde mi punto de vista, el club blanco ha invertido demasiado en el talento a largo plazo, con jugadores como Theo Hernández, Marcos Llorente, Achraf, Vallejo, etc. Sin embargo, las necesidades de competición del equipo al nivel máximo son mayores y estos fichajes, como se vio en partidos como el de ayer, no son suficiente.
Pienso que Zidane no ha dado los minutos necesarios a estos jugadores a lo largo de la temporada, para que jueguen en un partido con presión y que se podría denominar como una final y más siendo consciente que un resultado negativo acercaría más su fin como técnico blanco.
La crisis de juego, resultados y efectividad viene de lejos y el partido ante el Deportivo de La Coruña en liga fue un completo oasis en el desierto.
Las necesidades de victoria estaban ayer en juego y un trabajador no puede llevarse su maleta de herramientas y dejar los guantes y el destornillador en casa.
Los datos y estadísticas acercan la posturas de que Benzema apenas marca, mientras Cristiano Ronaldo y Bale son muy importantes e indispensables para que el Real Madrid consiga hacer gol esta temporada, y Zidane debería saberlo.
Muchas de las decisiones que atañen la situación del club en el ámbito deportivo son elección suya y no se pueden cometer semejantes errores de planificación ante estos acontecimientos.
La única oportunidad aparente que hace que el marsellés siga en el banquillo de la calle Concha Espina, pasa por París en Champions League. Esperemos que por el buen porvenir del madridismo y por el suyo, sepa aprovecharla.