Arjen Robben ha concedido una entrevista para la página web de la UEFA en la que ha recordado su etapa en el Real Madrid. El holandés estuvo tan sólo dos años en el equipo blanco después de ser fichado por 36 millones de euros procedente del Chelsea, viviendo casi una pesadilla en la capital española.
¿Qué pasó con Robben?
Uno de los motivos por los que Robben guarda un mal recuerdo de su tiempo en el Real Madrid es por el fracaso a la hora de conseguir los objetivos establecidos a principio de temporada: "Nuestra misión era ganar la Copa de Europa, estuve allí dos años, pero no conseguimos ganar el trofeo.
Pasamos por momentos muy complicados y tampoco conseguíamos avanzar de octavos de final. así que no tengo buenos recuerdos de esa etapa".
Tras concluir estos dos años el jugador decidió marcharse, y tras unas lesiones casi continuas, el Real Madrid lo vio con buenos ojos, por lo que el extremo holandés, firmó por el Bayern de Múnich. Este cambio de aires para él fue un paso atrás en ese momento, el tiempo le demostró a Arjen que salir en ese momento del Real Madrid le vino bien para el futuro de su carrera: "Cuando te vas de un equipo sabes que no hay marcha atrás, pero necesitaba un cambio de aires y quería trabajar con Van Gaal (entrenador Bayern de Múnich en ese momento) y he de reconocer que fue la mejor decisión de mi carrera".
Su etapa en Múnich
Las primeras temporadas en Alemania tampoco fueron muy fáciles, ya que, en esta etapa, y antes de conseguir proclamarse campeón de Europa, tuvo que sentir el dolor y la frustración de perder dos finales de Champions League: "Esa no es la manera en la que quieres acabar en los anales de la historia". El año de Robben y el del Bayern de Múnich fue el 2013, en el que consiguieron proclamarse campeones de todo, hicieron el triplete de Copa, Liga y Champions.
"Lo que nos hizo conseguir esta hazaña fue, que durante 2012, perdimos la final de la Champions League, quedamos el segundo clasificado de la Liga y perdimos la final de Copa", reforzando a base de estos fracasos la motivación para que las grandes temporadas que venían haciendo durante los últimos años se viesen recompensadas con títulos.
A Arjen Robben le perseguía un rumor durante casi toda su carrera de que era gafe, este se debía a las dos finales de Champions perdidas mencionadas anteriormente y la final de la Copa del Mundo de 2010, cuando España se impuso a Holanda, fallando en ese partido dos ocasiones muy claras. El 2013 fue su año, consiguió despegarse de esa mala suerte, ya que en la final contra el Borussia Dortmund, los bávaros se impusieron por 2-1, con un gol de Robben en los minutos finales.