Los ingleses dominaron todo el partido y fueron poniéndole el tono que requería en cada momento. El R.Madrid hizo de 'sparring', se desinfló demasiado pronto y los 'spurs' tuvieron la pegada que le lleva faltando a los 'blancos' toda la temporada.

Superioridad en todos los aspectos

Pochettino dió la puntilla hoy a Zidane. Le preparó el menú completo; defensa adelantada en la primera parte ahogando al rival, presión alta y muy coordinada y de postre, salida de balón con mucho criterio y la consiguiente pegada. Y el encuentro en los primeros minutos se convirtió en ida y vuelta donde la exigencia física y el aprovechar las oportunidades fueron claves...

y a 'estacazos' el conjunto inglés fue el vencedor.

El tottenham salió con la quinta, los blancos en el minuto diez tenía puesta la tercera. La intensidad, la presión, el dominio físico y táctico doblegaron a los blancos. Al Madrid no le daba con Isco únicamente intentando hacer la batalla por su cuenta en ataque mientras Cristiano Ronaldo y Benzemá salían tímidos al apoyo. Todo lo contrario sucedía en campo del R.Madrid. Kane, Dele Alli, Eriksen y compañía ofrecían movilidad, desborde, rapidez, dinamismo y gol.

Ni revulsivo, ni opciones

Y es que con el 1-0 en contra le tocó al Madrid adelantar su línea defensiva y dejar que en el minuto cincuenta y seis le marcara el Tottenham el segundo en un contra golpe que barruntábamos muchos porque el Tottenham seguía sabiendo a lo que jugar y esta vez esperó...y esperó bien y los blancos seguían haciendo un fútbol muy plano, sin ideas en ataque, dejando a cada jugador hacer la 'guerra' por su cuenta, presionando a destiempo y entrando en el mismo 'bucle' en el que lleva instaurado desde principios de temporada.

El Tottenham tras el segundo en el marcador sólo tuvo que bajar un nivel el grado de intensidad para poder seguir controlando al R.Madrid. No sólo no logró seguir teniendo prácticamente el partido bajo su dominio sino que logró matar el partido con un golazo de Eriksen para poner la guinda.

El R.Madrid era un equipo desdibujado, intentando entrar en el partido a 'golpetazos' o 'coletazos' individuales, como el boxeador que está apunto del K.O pero sigue intentando remontar el combate abrazándose a algo.

El Banquillo y el mercado veraniego

El técnico francés debe estar dándole vueltas, pensando en por qué hace pocos meses siendo la clave del éxito las rotaciones, el que todos los jugadores estuvieran 'enchufados' en cada partido, la dosificación de su once 'tipo' dando descanso a los pesos pesados y a día de hoy todo eso parece haberse esfumado.

Sólo él sabe por qué se echó por tierra lo que había costado conseguir; el banquillo era el jugador que dio la regularidad y la liga y en este mercado veraniego quizás la auto-complacencia y el exceso de confianza jugó una mala pasada.