En el Quicken Loans Arena de Cleveland saben que para que LeBron James pueda volver a tumbar la hegemonía de los Golden State Warriors en la NBA, los Cavaliers necesitan traer a otra estrella que acompañe al “Rey” y a Kyrie Irving.
La marcha de Kevin Love de los Cavs
Pues ese crack deberá significar, por otro lado, la salida del mediático ala-pívot Kevin Love, en pro que los Cavs liberen espacio en su nómina, de cara al arribo del estelar componente, cuyo nombre aún no se confirma, pese a surgir diversos candidatos a escena.
Y es que Love, notable anotador (18.4 puntos de media en nueve temporadas) y reboteador (11.1), pareciera no tener cabida en una plantilla de Cleveland, que fue sometida por Golden State en apenas cinco desafíos durante el pasado final de liga.
Su poco actividad a la hora de correr en la duela e incapacidad para defender férreamente, acompañado del superlativo salario devengado en la campaña recién concluida (21.1 millones de dólares), hacen de la exfigura de los Minnesota T-Wolves, el elemento ideal para ser enviado a otra franquicia, a fin de que los Cavs reciban al crack deseado.
Paul George en la "pole" para jugar con LeBron James
De esa forma, Paul George encabeza la lista de luminarias que acabarían en Cleveland, junto a LeBron James. Marc Stein, de ESPN, indicó hace unos días que la estrella de los Indiana Pacers formaría parte de un traspaso a tres bandas, que lo conduciría al Quicken Loans Arena, y donde Love recalaría en Denver.
George es un alero de 2.05 de altura tan atlético para jugar de escolta, como para defender a un "4". Asimismo, el tirador de 26 primaveras y cuatro veces All-Star, viene del mejor curso de su joven carrera al promediar 23.7 unidades. Si de peso mediático se trata, nadie superaría al dúo James-Carmelo Anthony, si el segundo es enviado al estado de Ohio este verano.
El medio estadounidense Yahoo Sports dio a conocer semanas atrás que LeBron habló con su amigo Anthony para juntarse en vías de derrocar a los potentes Warriors. Y "Melo" aceptó, claro está, necesitará que sus New York Knicks accedan a canjearlo.
Aunque desde su arribo a la liga (2003-2004) pocos han anotado como él (23.4 por partido), la segunda escogencia del draft de 2003 (tras el propio LeBron) nunca ha sido un buen defensor; incluso ha adquirido fama de “jugador egoísta”, que no piensa en el colectivo sino en sus estadísticas individuales.
Eso es justo lo opuesto a lo que necesitan en la “Q” para ser campeones de la NBA, como en 2016.
Blake Griffin
La tercera pieza jerárquica que suena es Blake Griffin. Quizás, la que daría mayor eficacia de todas. El espectacular alero-fuerte está acostumbrado a correr la cancha y practicar un ritmo vertiginoso, como juegan Los Ángeles Clippers, basado en su vistosa capacidad atlética, además de poder defender los puestos “4” y “5” con naturalidad, sin quedar mal parado ante los “3” más rápidos. Posee 28 años, pero experiencia de siete ejercicios, dejando 21.4 puntos y 9.4 rebotes, siempre luciéndose en los Clippers, previo a salirse de su contrato y declararse agente libre, una noticia revelada por el diario The Vertical, el lunes.
Nadie mejor que Griffin en pos de equipararse a Draymond Green en la pintura, con mayor efectividad ofensiva y hasta mejorados tiros, tanto libres, como desde la línea de tres. Paul George, Carmelo Antony o Blake Griffin. Alguno de los tres debería recalar en Cleveland y unirse a Irving y a LeBron James en un nuevo tridente que pueda dar a los Cavs el segundo título de su historia.