Las Finales viajan a Cleveland en la misma situación que en 2016. Todos sabemos cómo acabó aquella serie, pero este año, visto lo visto, parece improbable que LeBron y compañía puedan repetir la gesta. La razón: Kevin Durant. El ex de Oklahoma está justificando el desembolso que hizo el pasado verano Golden State para llevarle a La Bahía y luchar por el anillo. Sus 33 puntos y 13 rebotes así lo avalan. Cleveland fue incapaz de frenarle, y lo peor es que tampoco dio respuesta ante un Stephen Curry que aceleró cuando su equipo lo necesitaba hasta sumar su primer triple-doble en postemporada con 32 puntos, 10 rebotes y 11 asistencias.

Otro que sumó dobles dígitos en tres facetas del juego fue uno ya habitual como LeBron James (29+11+14). El Rey volvió a aparecer, como siempre, pero para frenar al mejor equipo del baloncesto actual hace falta algo más. Ni siquiera llegó con los 27 puntos de Kevin Love o los 19 de Kyrie Irving. Estos Warriors han demostrado que a los Cavs les hace falta banquillo, o al menos que el actual dé un paso adelante si no quieren que estas Finales acaben más pronto de lo esperado.

Los de Tyron Lue confiaron todas sus opciones a un ritmo alto de partido, con intercambio continuo de canastas en una primera mitad con mucha anotación (67-64 al descanso). El planteamiento, de partida, erróneo. En estos tres años de superioridad californiana se ha demostrado que nadie sabe moverse mejor en duelos rápidos.

Ahí Golden State tiene todas las de ganar y anoche volvió a ocurrir. LeBron y compañía tienen muchas cosas que corregir antes del tercer partido, y más que la segunda mitad, deben revisar lo ocurrido en el primer tiempo. Y es que si los Warriors, con 13 pérdidas (20 en total) y un 1/6 de Curry desde el triple se va ganando al descanso, algo no has hecho bien.

Apareció el otro 'Splash Brother'

Para poner la guinda al pastel de este 2-0 para los de Steve Kerr (reaparecido tras su lesión de espalda y ausentarse desde primera ronda), aterrizó Klay Thompson en las Finales, y además que mantener su alto nivel en defensa de estos playoffs, mejoró sus estadísticas y sumó 22 puntos con un 4/7 desde el perímetro.

Golden State fue capaz de arrollar a los Cavs sin la presencia de Draymond Green en pista durante buena parte del choque, cargado de faltas. Otro fallo más en el arca de Cleveland, para quien no aparecieron jugadores a los que se les exigía más como JR Smith, Tristan Thompson o Iman Shumpert.

Para el recuerdo de estas Finales quedarán las jugadas de jugadores de otro planeta como Kevin Durant y Stephen Curry. El primero con un tapón antológico sobre Kevin Love que continuó para anotar cayendo hacia atrás, y el segundo hizo terrenal por un momento a LeBron con un espectacular movimiento en bote que puso en pie al Oracle Arena. Al final, todo esto se tradujo en una retirada de Tyron Lue, que daba descanso a los titulares a falta de casi 4 minutos con 19 abajo.

La serie viaja a Ohio con muchos problemas para los Cavs y la certeza de que estos Warriors no son los del año pasado. Mucho debe corregir Tyron Lue para impedir que Golden State pueda sumar un nuevo anillo y volver a reinar en la NBA.