Negro. Muy negro pinta el panorama para los aún actuales campeones de la NBA, aunque parece que por poco tiempo. Complicado es que se repita la gesta del año pasado y los Cavs den la vuelta a estas Finales, más aún después de esta derrota tan dolorosa. Lo tuvieron en su mano, pero se pasaron los últimos tres minutos sin anotar y Golden State no perdonó, sobre todo un Kevin Durant que remontó él solo y se acerca un poco más a su primer anillo.

Los Warriors dejaron en nada la memorable actuación del Rey (39+11+9), pero sobre de un Kyrie Irving (38+6+3) espectacular que dio una lección en crossover y penetraciones y se echó el equipo a sus espaldas cuando los tiros de King James dejaron de entrar y su equipo más lo necesitaba.

Tal vez esa exigencia le llevó a la asfixia e impidió que el base diera el nivel en los minutos decisivos, cuando sí apareció la estrella de estas Finales, un Kevin Durant (31+8+4) imperial junto a Stephen Curry (26+13+6) y un Klay Thompson (30+6+2) que ha llegado para quedarse justo cuando su equipo lo necesitaba.

El guión no fue muy diferente en la primera mitad al del Game 2, de hecho Golden State calcó la puntuación al descanso (67), y casi los parciales (39 y 28 por los 38 y 29 de entonces). Los Cavs resistieron los primeros 24 minutos gracias a un descomunal LeBron James, pero agradeció la aparición de jugadores como JR Smith (16 puntos), hasta entonces desaparecido en la serie. Por contra, otros como Kevin Love estuvieron negados en ataque (de su partido solo destacar el rebote ofensivo con 4), y a Tristan Thompson ya no se les espera.

Cleveland aumentó su nivel defensivo respecto al segundo partido en el Oracle Arena y sus porcentajes mejoraron ligeramente, pero la concentración no duró demasiado y un parcial de 0-10 daba ventaja a los Warriors al final del primer cuarto (32-39). La diferencia no varió en los siguientes minutos y el trío principal de los visitante se iba a vestuarios con 51 puntos y un 11/16 en el triple.

Solo al final del segundo cuarto los Cavaliers carburaron y se fueron al descanso 6 abajo tras una canasta final espectacular de Irving tras un reverso sobre Livingston.

Si el tercer cuarto estaba siendo la losa sobre los de Tyron Lue en los dos primeros encuentros, en 'The Q' todo dio un vuelco. Cleveland pasó por encima de Golden State y le metió un parcial de 33-22 gracias a un Irving que asumió toda la responsabilidad.

Ayudó que Kevin Durant fue incapaz de anotar. LeBron, como viene siendo habitual, pagó muy cara la acumulación de minutos y bajó el nivel en la segunda parte, no asumió tantos tiros y el cansancio volvió a flaquear su resistencia.

Horrible final de partido para los 'Cavs'

El último fue otra historia. Ahí es donde aparecen las estrellas y Golden State simplemente es uno de los mejores equipos de todos los tiempos (si no el mejor). Cleveland lo tuvo en su mano, sobre todo tras un triple a falta de tres minutos de JR Smith que ponía el 113-107. Sin embargo, esa fue la última canasta de los Cavs en el partido. Irving notó el cansancio, LeBron desapareció y lo pagaron caro. Kevin Durant asumió la responsabilidad y remontó él solo con 7 puntos consecutivos y un triple a falta de 45 segundos que devolvía el liderato en el marcador para los Warriors.

Al final, 113-118 y un 3-0 en las Finales que ponen cuesta arriba las posibilidades de Cleveland y estos Warriors dan otro paso que agiganta su leyenda y les convierte en el mejor equipo de siempre en postemporada en todas las ligas americanas con un 15 triunfos seguidos de récord que el viernes podría ser 16-0, la mejor marca de playoffs en la NBA.