Todos los aficionados culés se envuelven en una verborréa tremenda hablando de Lionel Messi y su F.C. Barcelona, el equipo de los tripletes y el juego bonito marcado por el "tiki-taka". Pues bien, el "tiki-taka" murió con el fichaje de André Gomes, con la marcha de Xavi Hernández y los años de Iniesta. Ahora el conjunto blaugrana vuelve a sus caminos más transitados a lo largo de su historia: la mentalida de equipo pequeño y segundón.

Los objetivos prioritarios de todo equipo grande al comienzo de la temporada es ganar todos los títulos posibles, Real Madrid y F.C.

Barcelona así se lo graban a fuego dentro del vestuario. Todos los esfuerzos, los fichajes, el trabajo físico y el sacrificio personal a lo largo del año van dirigidos a ganar la Liga, Champions League y Copa de S.M. el Rey.

Por ello, es comprensible que cuando no se cumplen las expectativas el equipo se venga abajo y no se muestre contento con las migajas de una temporada nefasta. Es el caso del Barcelona, tu máximo rival te gana la Liga, está en la final de la Liga de Campeones y tú te apartas del título en cuartos de final, solo has ganado la Copa del Rey, tu entrenador se ha pasado el año criticado y peleado con la prensa local catalana, tu presidente es un aprendiz de político que solo se dedica a politizar el club, etc., podríamos seguir pero claro, Messi parece ser que lo oculta todo tras una temporada nefasta, y los problemas salen a relucir.

El caso es que el F.C. Barcelona se ha vuelto un equipo con mentalidad de perdedor y segundón, es decir, un equipo que aspira a ser algo grande e incluso ya lo es, no puedo dedicarse a ser forofo "de toda la vida" del Málaga, Atlético de Madrid, Celta y ahora Juventus. Es muy triste ver como para los catalanes y seguidores culés fuera de la comunidad catalana la temporada no está salvada por haber ganado la Copa del Rey, sino que ¡dependen de si el Real Madrid gana o pierde ante la Juventus en la final de la Champions League!

Es una pena todo esto, pues veíamos a los jugadores blaugranas salir del Vicente Calderón tras la final de Copa, y todo eran caras tristes, caras bajas, miradas al suelo, pocas bromas, poca alegría en general.

No tenían ánimo ni de abrazar a los aficionados, ni saludar a los que se trasladaron a Madrid para apoyarlos... todo depende del Real Madrid. Segundones a la palestra por favor, el F.C. Barcelona ha tocado fondo con esta nuevo metodologia de ver y vivir una temporada.