Ya estamos de nuevo en semana de Champions y el próximo miércoles tenemos un partidazo, por mucho que esté todo resulto practicamente, un Atlético de Madrid - Real Madrid. El derbi madrileño supondrá otro enfrentamiento estelar en una seminal de la Copa de Europa, un espectáculo a la altura de muy pocos equipos. Ambos clubes están en lo más alto de la hegemonía en esta competición, eso es innegable.
Pues bien, muchos están hablando ahora sobre la remontada del equipo colchonero, los aficionados rojiblancos salen en cada noticia deportiva anunciando la ansiada remontada.
El propio Cholo Simeone se está paseando por las ruedas de prensa lanzando mensajes de ánimo y apoyo a sus futbolistas y aficionados. Los jugadores en zona mixta no cesan con su berborrea acerca del partido del miércoles, un encuentro que creen que ganarán de calle. Ahora mismo es practicamente imposible una remontada ante este Real Madrid. Entiendo la euforia de los 'indios' pero hay que tener los pies en la tierra.
Ultimamente nos han vendido la 'moto' de que el Atlético de Madrid ya no es el famoso "pupas", ese equipo que mantenia una perpetua relación pasional con el sufrimiento, con las derrotas y con los descensos. Pues bien, ahora que han llegado a dos finales de Champions nos quieren hacer creer que no son el "pupas", pero todo entra en contradicción cuando dicen que "merecen una Champions".
A título personal, esta idea de que el Atlético de Madrid merece ya una Champions y demás solo hace que vuelva la leyenda del "pupas", pues si demandan a bombo y platillo que merecen ganar la orejona sin hacer méritos pues solo esconde la esencia del "pupas". Piden una Champions por su cara bonita, hay que ganarselo muchachos, aquí no se entregan Champions por las buenas (salvo si vistes de blaugrana y te llamas F.C. Barcelona).
Por todo ello, que no se desgañiten con tantas demandas irrisorias sobre si merecen esto o aquello, que se agarren los "machos" y salgan a morir al verde.
La Champions no le debe una al Atlético de Madrid, el Atlético de Madrid debe fútbol a la Champions. Que se acaben ya los partidos bélicos por así decirlo, que se acabe la permisividad de los colegiados con los jugadores del club colchonero.
El pasado fin de semana, Filipe Luis planto sus tacos en la nuca de Sergi Enrich y no vio ni amarilla. Para ganar una Champions hace falta algo más que garra y ganas de partir piernas. Que no demanden nada que el fantasma del "pupas" acecha estos días.