Después de vencer con autoridad en el partido que abría la final de Conferencia Este y arrasar el TD Garden en el segundo, los Cavs se ven con la posibilidad de cerrar la serie en su cancha. Para ello, primero deberán ganar esta noche, y si ya lo tenían de cara, las cosas no les pueden ir mejor después de que Boston anunciase la baja definitiva en estos playoffs de su base estrella, Isaiah Thomas, cuya lesión en la cadera se ha ido agravando hasta su retirada al descanso en el Game 2.
El coste pagado por los Celtics en semifinales tras una serie histórica ante los Wizards, los de verde parecen haber llegado justos de fuerzas frente a un LeBron y compañía pletóricos.
Mucho deben mejorar los de Brad Stevens para, al menos, competir en 'The Q'. Si repiten la intensidad mostrada en el TD Garden, su fragilidad defensiva y su aparente fractura moral; Boston tendrá todas las de llevarse otro varapalo. Si bien es cierto que mostrar otra cara cuando acabas de perder a tu líder sobre el parqué, tu máximo anotador, se antoja más que complicado.
LeBron busca hacer historia
Será difícil para Boston poner freno a una bestia del baloncesto como Lebron James, que promedia unos espectaculares 34 puntos, 8 rebotes y 7 asistencias en estos playoffs. El alero de Akron parece haber dado un paso adelante tras una inconsistente temporada regular y a sus 32 años luce un estado de forma envidiable, a la altura de muy pocos.
Tiene entre ceja y ceja sus séptimas finales consecutivas y ni el líder del Este parece capaz de aguarle la fiesta.
Estos Cavs están siendo una apisonadora, más incluso que en los pasados playoffs en los que James por fin pudo cumplir su promesa de llevar un título NBA a Cleveland. Tienen ante sí la posibilidad de convertirse en el cuarto equipo en la historia en comenzar una postseason con un balance de 11-0, tras los Lakers de 1989 y 2001 y los Warriors, que se unieron a ese selecto club tras su victoria de anoche en el AT&T Center.
Y como Golden State, tienen muchas posibilidades de superarlo y llegar a las finales con pleno de triunfos.
La rivalidad que están manteniendo estos dos equipos en la NBA está llegando a cotas pocas veces vistas. Se alimentan, se necesitan y se buscan. Los dos se sienten los mejores y su voracidad les lleva a arrasar en sus eliminatorias y a vigilarse desde el horizonte. Hoy podríamos estar ante un nuevo paso en la historia de esta lucha y las terceras finales seguidas están cada vez más cerca.