La brillante trayectoria de Pepe como jugador del Real Madrid puede estar a punto de finalizar, ya que acaba contrato el próximo 30 de junio, y son ya varios equipos los que están intentando su fichaje a coste cero para incorporar a su plantilla al veterano defensa. El último club interesado es el Galatasaray de Turquía. Según el periódico "Fanatik", el director deportivo de los turcos habría viajado a Madrid para negociar con Pepe y que vista de amarillo y rojo la próxima temporada.
Éste habría contactado con el agente del futbolista, ofreciéndole 5 millones netos por cada una de las temporada que Pepe sea jugador del Galatasaray.
El futbolista, de 34 años, ha mostrado públicamente su deseo de seguir vistiendo de madridista, incluso directamente así se lo ha hecho saber al presidente, Florentino Pérez, en un acto con las peñas en el que expreso su deseo de seguir en el Madrid. Por el momento, ambas partes están muy lejos de entenderse. La postura del Real Madrid es ofrecer al jugador un año de contrato más y, dependiendo de objetivos a cumplir en el transcurso de la temporada, ofrecerle un segundo año.
Por contra, Pepe pide dos años de contraro innegociables para continuar jugando en el Santiago Bernabéu. Además de la oferta proveniente de Turquía, no son pocos los equipos que quieren hacerse con los servicios del futbolista, más aún a coste cero de traspaso dada su situación contractual. La Juventus de Turín o diferentes equipos de la liga china han presentado ofertas al veterano jugador, que deberá decidir pronto que hará con su futuro, y donde poner seguramente el punto final a su trayectoria deportiva.
Pepe lleva diez temporadas en el Real Madrid, a punto de cumplir la número 11, desde que llegara al equipo un verano del año 2006. Desde entonces, grandes momentos, títulos, y algunos no tan buenos, como aquella jugada que pasó negativamente para la historia, con su pérdida de papeles pateando a Casquero, futbolista del Getafe, mientras estaba en el suelo a consecuencia de un penalti en contra.
Por esa acción, el portugués recibió 10 partidos de sanción, y desde ese momento aprendió a controlar algo más su difícil temperamento. Tras ese fatídico episodio, el "3" madridista se ha convertido en uno de los defensas centrales más limpios del campeonato liguero, mostrándole muy pocas tarjetas durante el transcurso de los partidos. Las propuestas las tiene todas encima de la mesa, y ahora deberá decidir que pesa más; el corazón o la cabeza.