Isco Alarcón, este malagueño y jugador del Real Madrid, hizo en Gijón un partido que para sí lo quisieran los mejores jugadores del mundo.

No se conformó con meter goles, uno de ellos en el minuto 90, rompiendo el empate, que bien podría valer una liga si no que además hizo unas jugadas que de haber sido en el Bernabeu le habrían valido mil y una ovaciones.

Zidane se dejó en casa a los teóricamente titulares y pareció gan parte del partido que esa decisión iba a costarles los tres puntos y el primer puesto de la clasificación en solitario que tendrían que compartir con un seguidor, el Barça, que les pisa los talones deseando que cometan errores que les permita robarles un título, la liga, que en los últimos años no se les da demasiado bien a los merengues.

Pero hay un jugador al que por sus venas le corre el espíritu madridista, por mucho que algunos se empeñen en decir que es culé, y que sabe que un partido no se termina hasta el que árbitro pita el final, que sabe que aquello de..."vamos real, hasta el final" es la máxima madrista.

Lo que es impresionante, además de su juego, es que este chico a pesar de que la prensa no para de tratar de desestabilizarle hablando de si renova, si no renova, si se va al Barça, si no se va... él sigue a lo suyo aprovechando cada minuto que el mister le da, aunque el sábado ya harto de especulaciones al salir del partido llamó bocazas a los periodistas que dicen que no quiere sentarse a negociar con Florentino Pérez.

Ahora la cuestión es si Isco seguirá teniéndo sitio en este Madrid de forma continuada, recordemos que solo ha jugado 77 minutos en champions, o solo jugará cuando otros de los llamados titulares se queden en caseta.

Este malagueño quizá si fuese un futbolista de otro país estaríamos hablando de un próximo balón de oro, pero parece que ser español es un lastre para recibir los premios importantes, para estar en las listas de los llamados mejores del mundo parece que es necesario que en tu carnet de identidad no ponga nacionalidad española.

Este mago con botas, que diría Tomás Roncero, o "magic", como le llaman sus compañeros de vestuario, necesita minutos, en que el mismo dice que es el mejor equipo del mundo, necesita salir con la camiseta del Real Madrid, lo malo, o lo bueno según se mire, es que en este Madrid hay mucho talento y más de un jugador por puesto y la competencia es feroz.

Sea como sea y pase lo que pase en un futuro, este joven de veinticuatro años, este fin de semana ha llenado portadas nacionales e internacionales donde han parece de alabarle, el Madrid no puede dejarle escapar.