De seguro cada fanático del fútbol en el mundo tiene el sueño de asistir en vivo a un juego de la final de la Champions League. Vivir toda la experiencia, desde conseguir el boleto aéreo, el ticket y formar parte del ambiente que se respira en un evento de esta magnitud es algo único. Pero cada vez es más difícil cumplir este sueño debido a los enormes gastos que esto implica.

La locura de precios

La próxima final de la Champions se jugará en Cardiff, una ciudad de Gales. Con una población de 350 mil personas, se convierte en la primera ciudad con menos de 1 millón de habitantes en hospedar la final de una competición de clubes.

Como de costumbre en los lugares que albergan eventos deportivos importantes, los hoteles y sitios de estadía disparan los precios para esa noche. Y ciertamente los hoteles de esta ciudad no se están dejando escapar de las manos la oportunidad de tener unas ganancias monstruosas, al menos por una noche.

Ya son pocos los hoteles que tienen habitaciones disponibles, por las cuales piden cifras alucinantes. Para dar un ejemplo, un pequeño apartamento con una pequeña cocina, que normalmente se alquila en 89 euros la noche, está costando ahora mismo 4.154 euros la noche. Sin lugar a duda un precio fuera del alcance de casi cualquier persona que viva de un sueldo o de ahorros normales.

Han pensado algunos en recurrir a zonas de camping que le permitan una estadía menos costosa y al alcance del bolsillo, pero tampoco los campamentos disponibles han dejado pasar la oportunidad.

Alquilar una tienda de campaña entre varias personas puede estar alrededor de 2200 euros por noche.

No sólo Cardiff

Encontrándose prácticamente sin capacidad de albergar a más personas en Cardiff, ciudades satélites dispuestas a unos 20 minutos del lugar, también se están beneficiando de este evento, incrementando los precios en sus hoteles hasta en un 2000%.

Por lo que, para hacerse con una habitación en la noche del 3 al 4 de junio, en ciudades a 20 kilómetros de la capital, debe pagarse hasta 1000 euros por estancias que normalmente no valen más de 60 euros la noche. Del mismo modo las zonas de campin en estas ciudades a las afueras, pueden cobrar una noche en 360 euros, el triple o cuádruple de lo que normalmente suelen costar.

Pero sí existe una solución

Las autoridades locales han autorizado planes de transporte público y trenes, incrementando los viajes en el día del evento. De esta manera, muchas personas han decidido rentar una habitación en otras ciudades, que mediante trenes y autobuses, se le facilite llegar a la sede del gran evento. Esto en cuanto a lugares bastante alejados de la capital que puedan permitir estadías más económicas a los visitantes.