Bajón en enero
Hace un mes el panorama en Cleveland se presentaba idílico. El equipo, sin forzar la máquina, lideraba con solvencia y claridad la Conferencia Este. Además, la franquicia anunció el fichaje de Kyle Korver, un excelso triplista y que parecía ser la pieza que faltaba en el puzzle de los de Ohio. Pero por el momento su llegada no se ha traducido en una mejora de los Cavaliers, al contrario, el equipo ha ido bajando significativamente su rendimiento.
LeBron, Irving y Love, cuando están sanos, cumplen, por ello los motivos de este bajón hay que buscarlos fuera del Big-three.
Así, los focos se dirigen más hacia el banquillo y hacia los jugadores de la segunda unidad. El míster, Tyron Lue, no termina de integrar a Korver en la dinámica de juego del equipo y los suplentes tampoco están ofreciendo un buen rendimiento, salvo actuaciones puntuales de Richard Jefferson y Channing Frye.
Estos dos factores resultan decisivos a la hora de explicar esta cuesta abajo y sin frenos de los Cavaliers, cuya defensa también ha bajado enteros y están recibiendo demasiados puntos. Si a ello le unimos los problemas físicos de Love en las últimas semanas, un Love que irá al All-Star y que está completando su mejor temporada en Cleveland, la ecuación parece despejada, pero eso no es todo.
A vueltas con el fichaje de un base
Y es que últimamente se viene hablando de la necesidad de un base suplente (LeBron lo ha pedido públicamente), alguien en la plantilla aparte de Irving y LeBron que haga jugar a los suyos. El curso pasado contaban con Dellavedova, un base suplente correcto, y también tenían en la recámara a Mo Williams.
Esta temporada, en cambio, sólo tienen a Kay Felder en esa posición, un rookie y del que LeBron no se fía para los momentos importantes de la temporada.
Parece obvio, que la llegada de un base para salir desde el banquillo ayudaría, pero tampoco creo que LeBron esté para exigir después de todo el esfuerzo económico, que ha hecho la franquicia desde su regreso a Cleveland.
Veremos a ver cómo acaba esto y si finalmente la directiva cumple con las exigencias de su gran estrella, que puede explotar en cualquier momento como las cosas continúen por los mismos derroteros.