A James Rodríguez parece que el destino no le quiere sonreír. La temporada pasada fue para el olvido, lejos de ser el jugador trascendental que fue en el equipo de Carlo Ancelotti. Tuvo algunos momentos con Zidane, casi ninguno con Benítez. Y tras muchos chismes que lo situaban fuera del Real Madrid por la falta de continuidad, con ofertas sobre la mesa de grandes equipos de Europa, él decidió quedarse cuando respondió a la pregunta con un tajante "Me quedo, me quedo".
Tras haberse perdido partidos importantes a finales de año, el inicio de temporada fue ideal.
El técnico merengue le dio la titularidad en el primer partido del 2017 y él respondió con un doblete y una actitud en el campo que recordaba al hambre con la que llegó al club. En el siguiente juego entró para reemplazar una molestia de Isco Alarcón y jugó los segundos 45 minutos, dejando una asistencia y, aunque no tan memorable como el primero, una buena actuación.
Y cuando todo parecía marchar sobre ruedas, con la confianza del entrenador y de sus compañeros, quienes expresaban su felicidad por ver al mejor James, una lesión lo alejó nuevamente de las canchas. Aunque el entrenador informó el día de hoy que "no es una lesión, es una sobrecarga de la pierna derecha" y no una recaída de una lesión anterior en su sóleo izquierdo.
Sin embargo, se descartó la presencia del colombiano ante el Celta de Vigo por la vuelta de la Copa del Rey que se jugará en Balaídos, partido que en la ida perdió el Real Madrid en casa en el Santiago Bernabéu por 2 a 1.
A la lesión de James, se suman las de Marcelo y Modric, dos piezas fundamentales en el equipo titular de Zidane y que no podrán estar en la vuelta por la Copa.
Además de la tardía recuperación del galés Gareth Bale, quien estará de regreso en las canchas a finales de febrero, según informó el equipo médico.
La suma de lesiones y los malos resultados de las últimas jornadas tienen preocupado al entrenador francés, quien deberá demostrar su capacidad como director técnico para sacar adelante al equipo de una situación adversa. Esta vez, sin todas sus figuras prominentes.