Un vuelo de Zaragoza a Bucarest tuvo que ser retrasado debido a un pasajero ebrio. En el vuelo previsto para el pasado sábado en la mañana, un varón averió una de las puertas del avión cuando intentó abrirla por la fuerza antes de despegar. El incidente provocó un retraso de más de 28 horas en el vuelo de Wizz Air debido a la reparación de la puerta dañada.

La tripulación tuvo que pedir ayuda a la Guardia Civil

Ante el comportamiento del pasajero, la tripulación tuvo que pedir ayuda a la Guardia Civil. Acto seguido, los agentes lograron controlar al hombre y posteriormente ayudaron a desalojar la aeronave.

El vuelo estaba previsto para las 9:15 del pasado sábado, pero no fue hasta el domingo 1 de octubre a las 13:20 que la aeronave pudo despegar de Zaragoza.

Los pasajeros pasaron todo el sábado en la terminal

Los trabajadores del aeropuerto informaron que los pasajeros del vuelo pasaron todo el sábado en la terminal porque esperaban que la avería fuera solucionada en unas horas. Sin embargo, los trabajos se prolongaron y no pudieron ser reubicadas en otros vuelos. Por eso, la aerolínea tuvo que alojar a los viajeros en varios hoteles de Zaragoza.

La aerolínea no tuvo que enviar otra aeronave, ya que el avión del sábado se encontraba en condiciones de realizar el vuelo el domingo. En ese contexto, los pasajeros fueron trasladados al aeropuerto de Zaragoza a primera hora de la mañana.

Desde la Guardia Civil confirmaron que un vuelo tuvo que ser desalojado.

El hombre de origen rumano fue trasladado al cuartel de la Benemérita

El pasajero ebrio fue trasladado al cuartel de la Guardia Civil en Zaragoza. El presunto autor de los hechos es de origen rumano. Sin embargo, hasta ahora los agentes no han informado los cargos que le iban a imputar al detenido.

Una mujer que estuvo en el vuelo comentó que el avión se paró hasta que llegó la Benemérita.

La pasajera explicó que la puerta de la aeronave de Wizz Air estaba bloqueada y que les pidieron que desalojaran la aeronave para poder arreglar el problema con la puerta dañada. Otra mujer comentó que su hijo se encontraba en el hospital y que su marido no podía quedarse con él porque era militar.

Incluso afirmó que si no volaban el domingo iban a tener que esperar hasta el próximo martes.

50 pasajeros tuvieron que quedarse en el aeropuerto por motivos de seguridad. No obstante, los responsables de la compañía no informaron sobre la causa exacta de esta medida. Wizz Air tampoco autorizó un portavoz para explicar el incidente ante los medios de comunicación. En un primer momento, había 224 pasajeros en el vuelo, pero no todos pudieron subirse al avión el pasado domingo. El retraso se prolongó durante varias horas, a pesar de que la compañía pensaba que iba a solucionar el problema muy rápido.