El padre de Daniel Sancho hizo referencia a su hijo en unas declaraciones anteriores al crimen, como una persona exitosa que ya tenía un catering denominado La Boheme y una hamburguesería conocida por Boogie. El actor Rodolfo Sancho se expresó así repleto de orgullo en la promoción de 'Delfines de plata', con unas palabras relacionadas con el triunfo personal, algo que no hacía presagiar los hechos posteriores, en los que Daniel se vería involucrado en el crimen de Tailandia, en el cual el joven chef le habría quitado la vida al cirujano Edwin Arrieta.
Daniel Sancho mintió: no era empresario
Daniel Sancho contó, supuestamente, varias mentiras, sobre todo relacionadas con su vida y con el caso de Edwin, comentando que le había propinado varios puñetazos al médico, siendo probado por la policía que él le asestó varias puñaladas en la zona pectoral. Además, el joven cocinero llegó a compartir que se costeaba su alto tren de vida gracias a sus negocios y a sus trabajos en el mundo de la hostelería. Todos estos viajes, estancias en barcos y fiestas, supuestamente no los pagó él según comparte Lecturas, ya que en el Registro Mercantil Daniel no aparece como socio de ambos negocios. Al contrario de lo que sabía Rodolfo Sancho, Daniel realizaba sus actividades allí como empleado y no como jefe.
Daniel Sancho no tenía una casa propia
A Daniel Sancho se le relacionó con una propiedad que enseñaba en su canal de YouTube 'Puro Disfrute'. En ese espacio, él compartía vídeos cocinando alguna de sus recetas más especiales. Tras él, se podía observar una terraza equipada con barbacoa. Sin embargo, en una información compartida por Lecturas, un amigo del entorno cercano del chef reveló que esta no era su casa, ya que pertenecía a otro chico de la pandilla.
Daniel vivía con su abuela Noela Aguirre, en el centro de la capital.
Posteriormente, en la investigación policial se supo que Edwin Arrieta había dispuesto para Daniel una tarjeta a su nombre que estaba vinculada a una cuenta corriente del médico, la cual había cargado con 25.000 euros al mes. Algo que sí le hubiera permitido supuestamente llevar la vida de lujo que mostraba en sus redes sociales.
En la declaración policial, Daniel admitió que Edwin iba a invertir en uno de sus negocios.
A Daniel Sancho le encantaba viajar
En sus redes sociales, ahora cerradas, el chef presumía de realizar desplazamientos a la nieve y le encantaba practicar deportes náuticos. También compartía instantáneas de estancias en resorts de lujo, spas, momentos de relax en piscinas, paseos en barco en Ibiza o las Islas Baleares y vistas desde lujosos áticos. No era la primera vez que visitaba Tailandia y la última vez lo hizo trasladándose en primera clase.